Para nadie es un secreto que todos los países tienen servicios de inteligencia internacional y que a través de ellos están pendientes, algunas veces por medios nada lícitos, de los movimientos políticos, económicos y militares de los gobiernos de los demás estados,
En los centros mundiales de poderse sabe cuándo van a producirse cambios políticos, cuando es posible intervenir en ellos, cuándo es necesario apoyar económicamente a grupos amigos que tienen la factibilidad de ganar espacios de poder, cuándo hay peligro de una guerra entre naciones amigas, cuándo es prudente invertir y hasta cuándo es riesgoso hacer turismo en algún lugar del mundo.
Por esa razón no sorprende que los documentos revelados por el portal web Wikileaks contenga una serie de informaciones que confirman la actividad de espionaje por parte de los norteamericanos, tampoco sorprende el hecho de que se involucre al hermano del norte en acciones de desestabilización de algunos gobiernos.
Lo que si queda demostrado es que aunque la guerra fría como tal ha dejado de existir, los métodos que se desarrollaron entonces para espiar a otros países y para influir en sus gobiernos están lejos de desaparecer. Siguen existiendo intrigas, polos de poder económico y militar y peor aún sigue existiendo la posibilidad de una guerra que involucre a los nuevos polos de poder.
Cabe preguntarse cuáles son esos polos, resulta obvio que Estados Unidos y sus aliados, es decir, Israel y la Unión Europea podrían conformar el polo que representa la civilización occidental y un segundo polo que estaría representado por paises y grupos radicales musulmanes y de izuierda, entre los cuales estarían Cuba, Venezuela, Corea del Norte y Bielorrusia.
Estaría por definirse donde encajan Rusia y China, ambos países tienen en la actualidad intereses económicos en occidente y de ellos han surgido importantes vínculos políticos, pero históricamente representan el polo opuesto a occidente.
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