lunes, marzo 31, 2014

San Cristóbal

Hoy San Cristóbal cumple 453 años y es la ciudad que más amo, aquí vivo, aquí trabajo, aquí nacieron mis hijos, aquí están mis amigos, mi amada esposa, los restos de mis padres y como diría Don Chucho Corrales, mis sueños y mis ilusiones.

En estos días aciagos hemos pensado y hasta hablado de la posibilidad de irnos a otro lugar, pero la decisión unánime de la familia ha sido quedarnos y luchar por lo que amamos. No hay situación ni poder que pueda contra el amor a esta tierra y a sus gentes, quizá ese sentimiento compartido por muchos es lo que nos ha hecho aguerridos.

Hoy estoy cargado con las fuerzas de mi alma, con la energía de un pueblo levantado en su defensa, hoy que estamos quizá un día después del día más duro de la historia reciente, el día que vestidos de verde y con sus botas opresoras los soldados se llevaron un tanque color de rosa, que siendo un tanque de guerra fue símbolo  de la paz y  se llevaron un container que estaba lleno de ilusiones, pero no pudieron llevarse las ilusiones. Hoy le digo a mi ciudad: vendrán  otros cumpleaños y serán felices ¡VIVA SAN CRISTÓBAL!

miércoles, marzo 26, 2014

Un día más.

El día de hoy ha sido unos de los más fuertes en los últimos días. Desde la madrugada comenzaron las explosiones y los ruidos de las motos y las tanquetas antimotines pasando por las cercanías de nuestra residencia. Como a las siete y media comenzó a sonar una sirena de aquellas que se escuchan en las películas de guerra, en un principio creímos que sería por un tiempo corto, pero esto duró casi hasta las diez de la mañana. Poco a poco los nervios de todos se fueron alterando, Juan Cristóbal caminaba de un lado a otro, Mariangel no se hallaba, yo no conseguía concentrarme en el trabajo de la tesis  que estoy realizando para la especialización en derechos humanos que estoy haciendo, ironías de la vida, estudiando derechos humanos en medio de esta crisis.

Como a las diez y media mi esposa me dijo que iría a buscar a nuestra hija a casa de mi suegra, normalmente en un día de mucho tráfico eso toma como diez minutos, que normalmente se extienden a una hora con el cafécito, el saludo, la conversa familiar y el regreso. María Camila, nuestra hija se había quedado a dormir antes de ayer donde su abuela porque mi cuñada estaba celebrando el cumpleaños y en las tardes el paso se vuelve imposible por las barricadas, pero el martes no abrieron paso en protesta por la detención del alcalde de la ciudad, así que debió prolongar su estadía un día más. Llegar a la casa de mi suegra nos tomó hasta las doce del día, conversamos como quince minutos y nos dispusimos a regresar.

El regreso fue un poco más suave, conseguimos menos tráfico e incluso pudimos poner gasolina, un Bolívar con cincuenta poco más de quince litros menos de 0,017 dólares y si  lo que equivaldría a 5 centavos de dólar el galón, irrisorio ¿verdad? En En Estados Unidos cuesta setenta veces más. Después de abastecer el combustible nos dirigimos a casa por la vía de la nueva sede de la Universidad Católica, pasamos por un lado del barrio Colón, allí, aunque afortunadamente no los vimos, un grupo de motorizados disparaba a las residencias e ingresaron a un edificio y lograron detener a dos estudiantes. Eran como las dos de la tarde cuando llegamos de regreso a casa, los vecinos estaban alarmados, habían estado oyendo disparos y sirenas. Como siempre nos protegió la Providencia.

Más tarde me dirigí a Peribeca, la autopista, que normalmente tiene mucho tráfico, estaba totalmente despejada. Di una vuelta en nuestra pequeña granja, traje algo de rúgula que ya comienzan a pedir nuestros clientes y unas flores para la casa. En el camio de regreso vimos a un grupo de manifestantes con una bandera gigante y banderas y pancartas en medio de la autopista, parecía que se disponían a trancar el paso, unos  metros más adelante vimos un comboy de la Guardia Nacional dirigiéndose en dirección a la protesta, creo que pasamos justo a tiempo. Ahora me estoy tomando un jugo y esperando ver que nos traerá la noche.

domingo, marzo 23, 2014

En San Cristóbal todos los días son martes.

Como en Macondo, en San Cristóbal en los últimos dos meses todos los días han sido martes, si martes porque no volvieron a haber domingos para salir a pasear con la familia, o lunes para ir con la resaca al trabajo, tampoco viernes con la alegría del fin de semana. Sólo martes, martes porque su nombre hace honor al dios de la guerra, martes porque es el día más desacreditado de los días, aquel día en el que es prohibido casarse o embarcar y de la casa apartarse. Es que aquí desde hace dos meses todos los días son iguales, en las noches explosiones, en el día silencio o sirenas de ambulancia, una sangrienta monotonía que nos ha quitado los miércoles y los jueves, los lunes, los sábados y también los domingos. 

Antes decíamos que cada semana tiene su martes, el día aciago de las supersticiones, el día en que nadie se atreve a urdir nada, ni las telas en los telares, ni las trampas en las calles, porque el martes ha sido sentenciado como el día de la suerte incierta, el día de las desgracias, las catástrofes y de las batallas sangrientas. Por todo eso hoy es martes y todos los días son martes en esta ciudad amada que hoy está  en pie de guerra.  Esperamos que algún día el tiempo continué y veamos un miércoles y un jueves y volvamos a tener fines de semana y decir con pesadumbre que maña es lunes. Pero sigue siendo martes. 

martes, marzo 18, 2014

El manejo de los medios en la crisis de Venezuela.

La visita del periodista de CCNN en español Fernando del Rincón el pasado viernes a la ciudad de San Cristóbal en medio de las protestas causó un revuelo que nunca se había visto en la ciudad, ni las visitas del fallecido presidente Chávez y mucho menos los actos de los candidatos oficialistas o de la oposición causaron tanto furor ¿la razón? Me atrevería a decir que es el estado de alienación de la población que ha interpretado que el periodista es una especie demesias enviado por uno de los grupos comunicacionales más importantes del planeta para constatar y transmitir al mundo de habla hispana de qué se trata la lucha de los tachirenses.

Hay dos factores que potencian la reacción; uno es el tratamiento que el canal de Atlanta da a la noticia, que no es otro que el de un espectáculo informativo, que da cabida a la opinión de los televidentes a través de las redes sociales y que presenta la noticia, al mejor estilo de los tabloides en forma sintetizada, con apoyo de imágenes espectaculares y entrevistas en vivo a los protagonistas, convirtiendo al presentador en una espacie de superhéroe capaz de penetrar a cualquier sitio para conseguir la noticia; por otra parte está el tratamiento que el gobierno de Venezuela ha dado a la información oficial, convirtiéndola también en un espectáculo lleno de elementos propagandísticos, forzando a los medios a trasmitir en cadena y usando todo tipo de adjetivos para calificar a los adversarios. Del Rincón no se salvó de los ataques del Presidente en cadena nacional, lo que le dio mayor impacto a su presencia en San Cristóbal. 

Estamos en presencia de fenómenos comunicacionales quizá nunca antes vistos en la magnitud que se están dando, por un lado el fanatismo generado por las tácticas goebbelianas utilizadas por el Estado durante los últimos años a través del aparato comunicacional y por otro lado el consumismo exacerbado a través de los medios privados que han convertido a la noticia en un producto de consumo utilizando las estrategias de mercadeo propias del capitalismo, en las que las protestas del Táchira se venden como un refresco de cola o como una cadena de hamburguesas. 

¿Qué podemos hacer ante eso? Muy poco si no tenemos conciencia del problema. Habrá quien defienda a uno u otro bando aduciendo la libertad de expresión o el derecho a una información veraz y objetiva, ambas vistas desde el ángulo que más convenga. En ambos casos estamos llegando al extremo de las películas de ciencia ficción de los años ochenta que presentaban al mundo dominado por mentes malignas que dominaban las masas utilizando los medios de comunicación para lavar el cerebro de las personas y crear patrones de comportamiento colectivo para sustentar a un tirano,   

jueves, marzo 13, 2014

Me duele San Cristóbal.

La ciudad de San Cristóbal está enclavada en un hermoso valle al que los españoles llamaron el primero el Valle de las Auyamas y luego el Valle de Santiago, es un paraje que  se hace querer, no en vano se le llama la ciudad de la cordialidad, los andinos son todo corazón dice el himno no oficial de la ciudad Brisas del Torbes, pero detrás de esas cualidades está también una gran fuerza de decisión, una capacidad de organización que ha llevado a los sancristobalenses a organizar grandes eventos, para todo se organiza una caravana y se elige una reina, grandes eventos deportivos y artísticos se organizan todos los años, el equipo de fútbol ha sido varias veces campeón y las ferias son las mejores de Venezuela. 

Pero hoy me duele la ciudad, los andinos en general tienen fama de ser gente brava, conservadora, pero amante de la libertad y así lo han manifestado en los últimos días, pero la ciudad amable de otros tiempos, que ya venía descomponiendo por el exceso de tráfico vehicular y las complicaciones propias de la modernidad y la falta de un gobierno capaz de poner disciplina en la vida ciudadana, el contrabando y la escasez de productos de primera necesidad, esto hizo que hace un mes la indignación se apoderará de la gente y por una causa que no viene al efecto analizar se disparó la protesta y la gente tomó las calles, haciendo barricadas, quemando basura, interrumpiendo el tránsito normal y cerrando vías. 

El gobierno reaccionó y comenzó la represión a través de una campaña militar que contó con el apoyo de aviones Sukhoi,  tanquetas, al principio sólo la Policía y la Guardia, esperaban amedrentar a los manifestantes, pero se olvidaron de los genes guerreros de la gente, que al sentirse agredida actuó con mayor contundencia, luego vinieron los colectivos de civiles afectos al gobierno, armados con armas de fuego apoyados por las fuerzas oficiales, ha habido muertos, han incendiado edificios, han destruido semáforos, han tumbado vallas publicitarias, postes y árboles. 

Duele recorrer las calles de San Cristóbal después de un mes de protestas, el oficialismo no cede y la oposición tampoco, no se ve una salida civilizada a las controversias. En el fondo hay un grave problema ideológico, la izquierda radicalizada enfrentada a grupos que quieren conservar el sistema que con fundamento en el capitalismo se instauró en el país durante más de un siglo y que comenzó a derrumbarse por la incapacidad de los dirigentes de satisfacer las necesidades sociales.

Lo más triste de la situación es que no parece existir una solución a los problemas de la población. No hay una propuesta seria de solución a los problemas de la población, el gobierno sigue con la,defensa a ultranza de su proyecto, la oposición cuestiona su efectividad y la concentración del poder en unas solas manos. Mientras tanto se produce un diálogo de sordos, con balas, gases lacrimógenos, piedras, palos y bombas molotov, la gente sigue muriendo, la  ciudad cada vez más destruida y el aparato productivo paralizado.  

miércoles, marzo 05, 2014

Un año.

Hace un año estaba dando clase en la vieja ULA y se asomó un policía por la ventana y me dijo "se murió Chavez", yo salí de inmediato a las oficinas administrativas y me dijeron "váyase profesor, la gente se está alborotando". En la calle se oían cornetas, los profesores y el personal administrativo salió en carrera junto a los policías que estaban en clase. Traté de llamar a la casa, pero los celulares no funcionaban. Nunca pensé que un año después el país estuviera revuelto como lo está mientras el sucesor Nicolás Maduro preside las conmemoraciones.

martes, marzo 04, 2014

Derechos Humanos, Guarimbas y Colectivos Armados.

Los últimos días en San Cristóbal han estado marcados por la violencia ¿o es que puede llamarse de otra forma a lo que está ocurriendo? Las vías públicas han sido interrumpidas con barricadas, colectivos armados han atacado edificios, han destruido bienes públicos y privados, han saqueado negocios, han quemado edificios,  la Guardia Nacional ha reprimido las protestas usando gases lacrimógenos y perdigones.

No se trata de establecer responsabilidades, no tenemos la potestad para hacerlo, se trata de llamar la atención a todos de los extremos a los que hemos llegado. El libre tránsito es un derecho reconocido por la Constitución y es un derecho humano consagrado el la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los cuerpos policiales dentro de su función de preservar el orden público y garantizar a todos sus derechos está en la obligación de garantizar este derecho, pero ¿justifica esto el uso de la violencia? Obviamente no, pero en el momento que las comisiones de los cuerpos de seguridad se hacen presentes a quitar las barricadas lógicamente se producen enfrentamientos y se hace necesario el uso de la fuerza. 

Ahora bien, la función policial presupone proporcionalidad en los medios utilizados para reprimir los delitos, los manifestantes utilizan para defenderse palos y piedras principalmente, pero además han utilizado bombas molotov, mientras los cuerpos policiales y la Guardia Nacional utiliza bombas lacrimógenas y balas de perdigones, no podría decir si en que en estos  casos la fuerza pública no  pueda hablar de  proporcionalidad, sobre todo cuando se utilizan bombas incendiarias, 

Hay dos aspectos si que deben ser considerados sin embargo, la acción de los grupos armados que apoyan al gobierno, es decir los llamados colectivos ¿hasta donde puede enmarcarse dentro de la ley? En principio hay que considerar que el porte de armas está prohibido para los civiles y los colectivos son en principio grupos de civiles, entonces no sería justificable pues estarían apoyando a infractores de la la Ley, además de esto hay que señalar que estos grupos atentan contra la propiedad, específicamente  contra vehículos y edificaciones. Ahora bien, podría  pensarse que los grupos no son civiles sino Milicias Bolivarianas, Guardias Nacionales o agentes policiales vestidos de civil, en este caso se estaría incurriendo en perfidia, que es una violación al derecho humanitario y específicamente al artículo 37 del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional que establece que no debe simularse la condición de civil en los actos de guerra. 

El otro aspecto tiene que ver con el uso de gases lacrimógenos y la prohibición de la tortura. Los gases lacrimógenos específicamente no están prohibidos, la Constitución sin embargo prohibe el uso de sustancias tóxicas. Por tóxica es  cualquier sustancia venenosa, es decir capaz de causar la muerte o la alteración de las funciones biológicas. Los gases lacrimógeno encajarían dentro del segundo supuesto, pues además de causar irritación en los ojos tiene como efecto secundario el causar transtornos respiratorios, además de esto podría considerarse una forma de tortura si vemos que se trata de un trato cruel e inhumano. 

Ahora bien ¿es aplicable en estos casos el derecho penal internacional? En principio no, pues no se trata de un conflicto internacional o de una guerra civil, por lo menos hasta ahora, pero no debemos olvidar que se está hablando de grupos paramilitares provenientes de Colombia, este elemento podría darle carácter internacional al conflicto y haría plenamente aplicable el derecho internacional humanitario, aunque con la peculiaridad que el Estado Colombiano no está directamente involucrado en el conflicto y mucho menos enfrentado al Estado Venezolano. 

De todas maneras debemos concluir que esta compleja situación provocada por las protestas de los ciudadanos y  la reacción de los grupos armados, sean estos civiles, militares hacen que se disparen las alarmas de los derechos humanos en Venezuela que debemos recordar son el fundamento del estado de derecho   

domingo, marzo 02, 2014

Procesos de paz en Venezuela y Colombia, dos realidades en paralelo.

En Colombia desde el pasado año se establecieron los diálogos de paz entre la guerrilla y el gobierno de Santos. Un grupo de guerrilleros, de los conocidos como cabecillas viajó primero a Noruega y luego a Cuba, allí se ha trabajado una agenda de discusión en la que se busca "la paz con justicia social". Hasta ahora no se ha podido llegar a un acuerdo, aunque ha habido ciertos avances en el diálogo, por ejemplo se ha acordado incluir entre los puntos de un virtual acuerdo la integración de los grupos insurgentes a la vía política y su participación como fuerza electoral, pero los enfrentamientos armados han continuado y ni los irregulares ni las fuerzas del gobierno ha depuesto las armas.

En Venezuela, después de las manifestaciones de enero y febrero de 2.014, el gobierno y algunos sectores de la sociedad civil han comenzado a hablar de diálogos de paz y hasta se han hecho reuniones en las que los opositores y el gobierno han expuesto ciertos puntos que son de importancia para lograr que el país vuelva a su calma habitual, pero igualmente las protestas han continuado, se sigue interrumpiendo el libre tránsito de los ciudadanos en las barricadas que se forman el las calles, han incendiado edificios, la represión continúa y se siguen produciendo muertes de manifestantes y de agentes del orden público. 

Los procesos de paz en Colombia y en Venezuela son de muy distinto signo, primero que nada en Colombia el poder del Estado todavía y a pesar de los defectos del sistema electora es aceptado como legítimo por la gran mayoría de la población, la separación de poderes funciona y las fuerzas armadas no están politizadas. En Venezuela en cambio se tiene como un hecho la politización de las fuerzas armadas, la separación de poderes prácticamente no existe y la legitimidad de las autoridades ha sido puesta en duda por la oposición, que en boca de Henrique Capriles desconoció los resultados de las últimas elecciones presidenciales.

En Venezuela,  al contrario que en Colombia no existe un movimiento insurgente organizado y armado, aunque en los últimos días se han generado focos de protesta encabezados principalmente por estudiantes, estos focos son relativamente pacíficos y digo relativamente porque en su estrategia está impedir el libre transito de los ciudadanos, además que han respondido con bombas molotov a los intentos de dispersarlos de los agentes del orden público o a los ataques de colectivos armados que apoyan al gobierno revolucionario. 

El proceso de paz al que ha llamado Nicolás Maduro no ha contado hasta ahora con la presencia de los representantes de los grupos disidentes que han encabezado las protestas aunque el gobierno ha llamado al diálogo. Esta falta de respuesta puede ser consecuencia de la supuesta causa de ilegitimidad que los protestantes atribuyen al gobierno, pero pienso que el fundamento de esta ruptura está en el gran abismo ideológico que existe en los dos grupos y que se manifiesta en los factores de poder de ambos bandos que niegan a reconocerse mutuamente. 

Desafortunadamente la situación generada por la falta de diálogo sólo puede conducir a más violencia. En la teoría general de la resolución de conflictos una de las soluciones, la más extrema es la supresión del factor en conflicto y por desgracia esa parece ser la intención de ambos bandos, suprimir al otro. Los insurgentes, por darle un nombre al sector de la oposición que no está presto al diálogo no cuentan con el armamento suficiente para suprimir al gobierno, mientras el gobierno está suficientemente armado, pero hasta ahora no ha mostrado la voluntad de acciones extremas, como establecer una suspensión de garantías constitucionales o peor aún el decreto de un estado de guerra civil que llevaría a las ejecuciones de los insurgentes o la detención masiva de estos. Los demás medios de solución de conflictos suponen el diálogo, lo cual pasa por el reconocimiento mutuo.

Ahora bien, ante la negativa al diálogo por parte de los grupos radicales de la insurgencia lo único que se podría esperar es que dada su falta de armamento se comiencen a armar, lo que llevaría lógicamente a la violencia armada, es decir a la formación de guerrillas urbanas, dado el hecho de que los insurgentes no están entrenados para pelear en otros escenarios distintos a los centros poblados. 

La situación planteada hace que concluyamos es que ambas partes hablen claro y expongan las posibles  consecuencias del no diálogo. Pero el diálogo debe ser un proceso honesto, en el que las partes estén dispuestas a ceder, si esto no es así sería una conversación de sordos. El primer paso es sentarse a la mesa y para hacerlo es necesario que se den las garantías suficientes para  a los negociadores en sus derechos a la hora de negociar y obviamente la garantía del respeto a las conclusiones de las negociaciones. Venezuela,definitivamente es una imagen en  el espejo de Colombia, no podríamos decir en este momento hasta donde va a llegar el conflicto venezolano y que signos tomará, pero si no se actúa por la vía de un  diálogo sincero la paz está comenzando a desvanecerse.