domingo, julio 27, 2014

Los obstáculos de la revolución

El fundamento de la revolución es la crisis. Partimos del caos para buscar el orden, un nuevo orden, con valores supremos como la justicia, la igualdad, la fraternidad y la paz social. Para llegar allí se deben transitar caminos sinuosos, llenos de contradicciones lo cual supone sacrificio y entrega. El concepto de patria adquiere una dimensión  metafísica, es el bien supremo que unifica y cohesiona al pueblo, por ello no importan los sacrificios ni las carencias mientras el concepto de patria este claro entre la militancia que debe permanecer unida en el objetivo que no es otro que superar la crisis para construir una nueva sociedad. 

El sigunte problema surge en el momento de construir la nueva sociedad ¿como unificar las ideas de los millones de habitantes de la nación? Aquí aparece la figura del líder, en este caso contamos inicialmente con un individuo de formación militar, en quien  vamos a encontrar una concepción vertical del mando, así se estarán ejerciendo no funciones de gobierno, sino de comando sobre el país, lo cual supone la obediencia al líder. 

Pero ¿quien le da las órdenes al líder, quien lo comanda? La propuesta que se nos presenta  es la creación de mecanismos de participación por medio de los cuales se tratan de legitimar todas las acciónes revolucionarias, surge allí el concepto de democracia directa, que coloca al líder bajo las directrices dadas por el colectivo a través de las leyes y los mandatos originados en consultas, plebiscitos y otras expresiones del llamado poder popular. 

Finalmente nos encontramoa frente un nuevo problema: ¿como hacer que el país no se convierta en un monstruo de mil cabezas? La respuesta es sencilla semánticamente, pero no tanto a la hora de ponerla en práctica: la unidad. Este es un anhelo de la revolución, que todo el pueblo esté unido en torno a las ideas de cambio ¿pero cómo se logra eso? En primer lugar con la capacidad de persuasión  del líder, en segundo lugar con el uso eficiente de los medios de comunicación social y finalmemte través del sistema de educación formal. 

Pero surge un último problema ¿como lograr que todo no desemboque en nuevos mecanismos de dominación en el que surja una nueva clase dominante y una nueva clase oprimida?  La Constitución de 1999 habla de dos nuevos poderes para potenciar el esquema tradicional de la separación de poderes de Rousseau, el poder moral y el poder electoral, el primero de ellos integrado por órganos de contraloría  y defensa popular. Lamentablemente hasta ahora la independencia de esos poderes ha sido cuestionada y no se ha logrado establecer un verdadero régimen de separación de poderes en Venezuela.

 La justificación que podría darse a la falta de independencia de los poderes es que estamos en una etapa de transición revolucionaria en la cual ciertos mecanismos democráticos no han sido totalmente  desarrollados y si se llegase a someter el control del gobierno a órganos controlados por quienes manejaron el viejo esquema que trata de superarse obviamente caeríamos en un colapso provocado de la nueva institucionalidad, pero ¿quien asegura que no se está cayendo en los mismos vicios que produjeron la crisis del Estado y que ello no pueda llevarnos a la instauración de un régimen fascista? 

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