sábado, enero 03, 2015

El socialismo del siglo XXI, 15 años después

Después de quince años del chavismo en el poder no puede decirse que el proyecto revolucionario ha logrado sus objetivos, muy por el contrario si se analiza la situación actual de Venezuela podríamos decir que el proyecto ha comenzado a hacer aguas y que podríamos estar en presencia del colapso del experimento del socialismo bolivariano.

Lo primero que habrá que decir es que no es la primera vez que el proyecto socialista de Venezuela entra en crisis; sin embargo si se puede decir que esta es la primera vez que la crisis tiene un origen mayormente económico y no político, como ocurrió en las oportunidades anteriores. La permanencia del régimen venezolano se debe en gran medida al hecho de que la revolución heredó del régimen anterior una industria petrolera productiva y eficiente, generadora de los recursos necesarios para satisfacer las necesidades básicas de la población sin necesidad de desarrollar nuevas empresas.

La particular situación del país por el efecto de la renta petrolera y por el de la estigmatización de la iniciativa privada característica en los regímenes socialistas ha provocado que el aparato productivo no petrolero poco a poco haya ido desapareciendo. Este factor ha traído consigo un crecimiento brutal de la burocracia y la corrupción además de una depauperización de la clase media tradicional que como producto del nuevo esquema económico ha visto reducido su salario real a niveles cada vez menos soportables.

Mientras las distorsiones de un sistema que no ha podido construir una nueva estructura económica, pero si ha logrado destruir algunas de las estructuras anteriormente existentes sin poder materializar la ruptura necesaria para un un cambio revolucionario hacen que la falta de iniciativa privada se refleje en una creciente escasez de bienes de consumo y en una creciente  ineficiencia de los servicios públicos. Como si esto fuera poco la caída de los precios petroleros se suma a la crisis del sistema dependiente en grado sumo de estos. 

El experimento socialista venezolano pasa pues por una de sus mayores crisis, quizá la mayor desde que se rompió con el esquema propuesto por Heinz Dieterich bajo la etiqueta de Socialismo del Siglo XXI basado en la teoría de la equivalencia de Arno Peters y en el propósito de desarrollar la democracia directa. La situación política del país llevó a la ruptura con el proyecto original elaborado por Heinz Dietech radicalizándo el proceso y llevándolo por caminos que se asemejan mas al esquema del socialismo real del siglo XX que trató de edificar una nueva sociedad basándose en la teoría marxista.

El gobierno de Venezuela nunca se ha identificado abiertamente con el marxismo leninismo, pero nunca sus líderes han negado la influencia de esta corriente y el modelo que propone tiene muchas similitudes con los experimentos del siglo pasado en Europa Oriental y Cuba. Por otra parte desde el punto de vista estrictamente político el experimento venezolano está fundamentado en la llamada alianza cívico militar que considera a las fuerzas armadas la vanguardia revolucionaria capaz de desmontar las estructuras sociales preexistentes lo cual ha hecho cuando los civiles han tratado de levantar banderas en contra de una u otra política gubernamental las instituciones militares y policiales  actúen en forma represiva, creando así un distanciamiento con el factor civil.

En este punto se encuentra el experimento venezolano, que por otro lado ha perdido a su líder más carismático y aunque se trata de mantener viva su imagen esta se comienza ya a diluir en el mito. Los nuevos abanderados de la revolución llevan en sus espaldas la pesada carga de una realidad nacional dura y de un contexto internacional complejo, para decir lo menos. Así parece que son muchas las batallas que faltan por librarse para que veamos florecer en Venezuela una nueva realidad política y social. 

  

No hay comentarios.: