lunes, agosto 24, 2015

Arde la frontera

Me quedé sorprendido al ver la incidencia que tiene el tráfico ilegal de combustibles en la,frontera colombo-venezolana. Son miles de litros de gasolina los que pasan de un lado a otro de la frontera; pero no son solo los derivados del petróleo, sino también los alimentos, drogas, armas, repuestos para automóviles, medicamentos, licores, cigarrillos y cualquier otra cosa que se pueda imaginar.
Pero el problema no queda allí: el contrabando genera mafias y las mafias traen violencia. Para completar el oscuro panorama en Colombia la guerrilla y el paramilitarismo son flagelos que se han diseminado en todo el territorio de ese país y que no han sido ajenos en la frontera. 
La situación de estos días responde en parte a esta situación; pero a simple vista pareciera que la reacción del gobierno venezolano ha sido sobredimensionada. Colombia a través de su gobierno hasta ahora ha pedido solo el respeto a los derechos humanos de sus connacionales en Venezuela.
No se han producido afortunadamente enfrentamientos armados entre manifestantes y tropas, pero se percibe que estamos en presencia de tensiones peligrososisimas que pudiesen generar un rompimiento de la paz que ha reinado en la frontera. 
Esperemos que reine la cordura de parte y parte. El respeto al  derecho internacional humanitario y a los derechos humanos es punto clave para un desenlace cónsono con el espíritu de hermandad que debe reinar entre ambos países. 
El estado de excepción decretado por el gobierno Venezolano afecta tanto a los colombianos como a los venezolanos y a simplemente no parece justificado constitucionalmente. El debido proceso parece estar siendo saltado a la torera y a ambos lados de la frontera se está alimentando una xenofobia aparentemente injustificada.
El comercio está siendo afectado enormemente, el abastecimiento de productos agrícolas es de prever dado el hecho de que son muchos los productos que legal o ilegalmente provienen de Colombia. Estamos en un punto de grave peligro en términos de crisis. Es casi imposible prever cual será el próximo paso pues no conocemos hasta adonde está dispuesto a llegar le gobierno de Venezuela y hasta cuando permanecerán sin reaccionar los afectados.  

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