¿Zacarías o Isaias Baduel?

El general Baduel había sido visto por la izquierda internacional como el verdadero salvador de Chávez cuando fue derrocado por la derecha en el año 2002, derrocamiento este que no llegó a durar mas que un par de días. Llegó a decirse incluso que Baduel estaba llamado a ser el sucesor de Chávez.

Chávez por su parte mostró agradecimiento ascendiéndole a General de División y concediéndole los tres soles y llevándole hasta en ministerio de la defensa. Baduel actuó siempre con la fidelidad de un buen militar, enseñado a recibir órdenes de sus superiores y aunque se habló de rencillas con otros oficiales mantuvo una Fuerza Armada unida y leal al proceso.

Una vez libre de su responsabilidad de ministro y de su condición de oficial Baduel habló y marcó distancia expresando su pensamiento, el cual no es exactamente el que creían sus camaradas de Rebelión, Fidel o Eva Gollinger. Así Baduel demostró ser un militar disciplinado y estrenándose como civil mostrando una capacidad crítica que su condición de oficial no le permitia. Esto nos recuerda el pasaje bíblico en el cual Zacarias, el padre de San Juan Bautista se quedó mudo hasta que nació su hijo, pues pensaba que su mujer era estéril. ¿Cuántos más habrá como el?

Y también te púedes ir al infierno...

Paradojas

Hay quienes aprovechan los tiempos de revolución para robar gallinas en nombre del pueblo o peor aún en nombre de la revolución misma.

Hay quienes aprovechan las guerras para matar a viejos enemigos encubriendo sus criménes con una ideológia en la que no creen. Lo peor de las guerras es la impunidad que se genera en medio de la revuelta.

El problema de la humanidad es su falta de humanidad en los momentos mas difíciles, el instinto de conservación de la vida propia superará casi siempre valores como el de la solidaridad humana.

Pocos dan la vida por otros, por lo general terminamos pensado que somos indispensables y que sin nosotros los otros difícilmente sobrevivían.

Los caminos de la revolución.

Sigue siendo curiosa la situación que vivimos en esta tierra de gracia que se llama Venezuela, mientras el recién destituido jefe de la reserva, el septuagenario General Alberto Müler Rojas declara que el gobierno es manejado tras bambalinas por la derecha del ejercito, el comandante en jefe de la revolución, presidente Hugo Chávez Frías termina sus discursos con el grito “socialismo, patria o muerte”, dejando escandalizados a los sectores mas conservadores del colectivo.

Mientras la prensa anuncia que en los últimos meses se han vendido mas automóviles que nunca en la historia del país y que la oficina de control de cambios ha otorgado mas divisas en los últimos doce meses que en cualquier otro año y los medios insisten en una inminente quiebra del Estado por malos manejos del ejecutivo, especialmente en la industria petrolera, pero en los anaqueles de los supermercados abundan productos como el salmón fumé, los whiskies dieciocho años, el caviar, los mas variados quesos importados, vinos del sur, del norte y hasta de África, sin contar los europeos.

La leche, el azúcar, el pollo y las sardinas escasean pero no al punto de no conseguirse, de pronto hay quienes tienen que hacer cola en un Mercal, la red de mercados del Estado o pagar más de los precios regulados por esos productos en presentaciones mas sofisticadas.

Sacan del aire a RCTV por razones de supuesta moralidad, pero permiten que se vea por suscripción, es decir pagando. En San Cristóbal colocan una escultura donde Chávez patea la cabeza de Bush en un macabro juego de o foothead, mas bien, pero la gente rechaza el símbolo revolucionario del artista y destruye la escultura.

Se anuncia una reforma de la Constitución para profundizar la revolución. Prometen dar mas poder al pueblo, pero anuncian reelección “continua” solo para el Presidente y finalmente Con una inversión multimillonaria la Copa América se realiza en nuestro país para afianzar los vínculos con los demás países del continente mientras se polemiza con Mercosur y se insiste en la ruptura con la Comunidad Andina.

La história

Pienso que lo que está pasando en Venezuela tenia que pasar, es más pienso que tarde o temprano pasará en el resto de los países de América Latina. Las desigualdades sociales y económicas, los altos índices de pobreza, la corrupción y otros fenómenos que son consecuencia de los anteriores solo pueden llevar a que ciertos grupos tomen las banderas de la redención popular.

El problema que surge es si estos grupos son o no lo que dicen ser, el poder está probado es fuente de corrupción. Aun en países pobres como Nicaragua, Bolivia, Paraguay y aún en las pequeñas islas del Caribe, el botín es poco despreciable para quienes ejercen el poder y disfrutan de sus mieles. Solo regulando la intensidad de ese poder, creando instituciones fuertes, con un sistema de justicia independiente, con contralores eficientes y comprometidos con su verdadera función.

Desgraciadamente solo con darle una pequeña mirada a la historia nos vamos a encontrar con que esos cambios no solo fueron graduales sino que se enmarcaron en procesos violentos en las crucifixión, piras, las guillotinas, el paredón y otros instrumentos formaron parte integral del proceso.

Colombia.

El asesinato de once diputados del Valle del Cauca ha conmovido a la opinión pública mundial y ha traído al debate la situación de violencia en Colombia . Los autores de la masacre, según afirman los sectores oficiales y toda la prensa son los guerrilleros de las FARC., con ellos precisamente había el gobierno de Colombia un proceso de dialogo en busca de la paz. Las causas de la violencia en Colombia tratan de ser explicadas básicamente por dos vías, una que las encuentra en las marcadas diferencias económicas y sociales que existen en el país y otra por una tradición violenta que se generó por causas políticas hace mas de medio siglo y que fue generando una “industria” de secuestro y terror que produce dividendos económicos importantes a los grupos irregulares que han hecho de la guerra su medio de vida, estos dos factores se unen al efecto pernicioso del narcotráfico que ha penetrado en todos los sectores del país, incluidos los que están alzados en armas.

Decir que la violencia en Colombia es la continuación de los movimientos sociales de los años sesenta es cohonestar a los grupos alzados en armas que buscan financiamiento y apoyo político a través de organizaciones internacionales que sueñan con un mundo donde las diferencias sociales sean cada vez menos marcadas, pero el pueblo de Colombia ha entendido desde hace muchos años que el objetivo de las FARC no es precisamente la busca de la igualdad social, sino que están enfrascados en una guerra que le produce dividendos económicos a un grupo de dirigentes que lejos de tener una ideología definida han escogido vivir en medio de una guerra porque en ello consiguen algo que se llama poder.

Las desigualdades sociales en Colombia, al igual que en el resto del continente, son un hecho escandaloso, eso no lo dudamos, niños que viven en los basureros coexisten Colombia con otros niños a quienes nada les falta y con otros a quienes mucho les sobra, pero no es precisamente el movimiento guerrillero lo que va a acabar con esas desigualdades, es posible que muchos guerrilleros se formen como producto de esa desigualdad, pero lo que buscan no es la justicia sino la venganza, lo que buscan no es la igualdad sino el castigo y en el camino encuentran, como en todas las guerras, el horror de una realidad nada fácil. Pero ¿quién tiene derecho de pedirle a un ser humano que viva en la miseria, viendo a sus hijos sin esperanza crecer en los basureros?
La sociedad Colombiana está en deuda con su pueblo y solo buscando igualar las cargas se va a conseguir la paz, pero ese es un trabajo de años, que comienza con la integración de los excluidos a la sociedad productiva , que garantice educación, vivienda digna y alimentación a todos los Colombianos, una sociedad en la que se fomenten los valores. No dudo que esa es la Colombia ideal y que hay muchos hombres y mujeres que trabajan por alcanzarla ¿Pero se está haciendo suficiente?