El asesinato de once diputados del Valle del Cauca ha conmovido a la opinión pública mundial y ha traído al debate la situación de violencia en Colombia . Los autores de la masacre, según afirman los sectores oficiales y toda la prensa son los guerrilleros de las FARC., con ellos precisamente había el gobierno de Colombia un proceso de dialogo en busca de la paz. Las causas de la violencia en Colombia tratan de ser explicadas básicamente por dos vías, una que las encuentra en las marcadas diferencias económicas y sociales que existen en el país y otra por una tradición violenta que se generó por causas políticas hace mas de medio siglo y que fue generando una “industria” de secuestro y terror que produce dividendos económicos importantes a los grupos irregulares que han hecho de la guerra su medio de vida, estos dos factores se unen al efecto pernicioso del narcotráfico que ha penetrado en todos los sectores del país, incluidos los que están alzados en armas.
Decir que la violencia en Colombia es la continuación de los movimientos sociales de los años sesenta es cohonestar a los grupos alzados en armas que buscan financiamiento y apoyo político a través de organizaciones internacionales que sueñan con un mundo donde las diferencias sociales sean cada vez menos marcadas, pero el pueblo de Colombia ha entendido desde hace muchos años que el objetivo de las FARC no es precisamente la busca de la igualdad social, sino que están enfrascados en una guerra que le produce dividendos económicos a un grupo de dirigentes que lejos de tener una ideología definida han escogido vivir en medio de una guerra porque en ello consiguen algo que se llama poder.
Las desigualdades sociales en Colombia, al igual que en el resto del continente, son un hecho escandaloso, eso no lo dudamos, niños que viven en los basureros coexisten Colombia con otros niños a quienes nada les falta y con otros a quienes mucho les sobra, pero no es precisamente el movimiento guerrillero lo que va a acabar con esas desigualdades, es posible que muchos guerrilleros se formen como producto de esa desigualdad, pero lo que buscan no es la justicia sino la venganza, lo que buscan no es la igualdad sino el castigo y en el camino encuentran, como en todas las guerras, el horror de una realidad nada fácil. Pero ¿quién tiene derecho de pedirle a un ser humano que viva en la miseria, viendo a sus hijos sin esperanza crecer en los basureros?
La sociedad Colombiana está en deuda con su pueblo y solo buscando igualar las cargas se va a conseguir la paz, pero ese es un trabajo de años, que comienza con la integración de los excluidos a la sociedad productiva , que garantice educación, vivienda digna y alimentación a todos los Colombianos, una sociedad en la que se fomenten los valores. No dudo que esa es la Colombia ideal y que hay muchos hombres y mujeres que trabajan por alcanzarla ¿Pero se está haciendo suficiente?
Decir que la violencia en Colombia es la continuación de los movimientos sociales de los años sesenta es cohonestar a los grupos alzados en armas que buscan financiamiento y apoyo político a través de organizaciones internacionales que sueñan con un mundo donde las diferencias sociales sean cada vez menos marcadas, pero el pueblo de Colombia ha entendido desde hace muchos años que el objetivo de las FARC no es precisamente la busca de la igualdad social, sino que están enfrascados en una guerra que le produce dividendos económicos a un grupo de dirigentes que lejos de tener una ideología definida han escogido vivir en medio de una guerra porque en ello consiguen algo que se llama poder.
Las desigualdades sociales en Colombia, al igual que en el resto del continente, son un hecho escandaloso, eso no lo dudamos, niños que viven en los basureros coexisten Colombia con otros niños a quienes nada les falta y con otros a quienes mucho les sobra, pero no es precisamente el movimiento guerrillero lo que va a acabar con esas desigualdades, es posible que muchos guerrilleros se formen como producto de esa desigualdad, pero lo que buscan no es la justicia sino la venganza, lo que buscan no es la igualdad sino el castigo y en el camino encuentran, como en todas las guerras, el horror de una realidad nada fácil. Pero ¿quién tiene derecho de pedirle a un ser humano que viva en la miseria, viendo a sus hijos sin esperanza crecer en los basureros?
La sociedad Colombiana está en deuda con su pueblo y solo buscando igualar las cargas se va a conseguir la paz, pero ese es un trabajo de años, que comienza con la integración de los excluidos a la sociedad productiva , que garantice educación, vivienda digna y alimentación a todos los Colombianos, una sociedad en la que se fomenten los valores. No dudo que esa es la Colombia ideal y que hay muchos hombres y mujeres que trabajan por alcanzarla ¿Pero se está haciendo suficiente?
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