A comienzos de año en Venezuela la situación del país llevó a un grupo importante de personas a salir a las calles a protestar, la violencia se manifestó a través de grupos paramilitares que atacaron conjuntos residenciales, quemaron oficinas públicas y universidades; las calles fueron interrumpidas por barricadas, quemaron unidades de transporte público y atacaron a la policía con bombas molotov, piedras y palos. La respuesta de la policía no fue menos violenta: perdigones, gases lacrimógenos, cientos de detenidos y denuncias de torturas.
Lamentablemente hubo también muertos de la lado y lado. La represión logró aplacar la intensidad de las protestas, pero siguieron latentes pero finalmente todo se aplacó cuando se inició el mundial de fútbol. Con esto quedó demostrado que es más importante la eliminación de España, el desempeño de Brasil, la clasificación de Costa Rica o la genialidad de James, el número diez de la selección de Colombia que los problemas de desabastecimiento, la escasez de alimentos o la escalada de los precios de los artículos de primera necesidad.
Realmente es digno de estudio este fenómeno. El gobierno de Venezuela deberá trabajar la posibilidad de bombardear a la población con eventos mundiales a través de los medios públicos para apaciguar con un poco de circo los problemas cotidianos de los ciudadanos. Chávez fue un mago en el manejo de los medios, quizá por eso el país remontó varias crisis que pudieron poner en peligro el destino de la revolución bolivariana, Maduro deberá seguir su ejemplo a fin poder mantener la estabilidad del régimen, pues después del mundial la fiesta de los goles dejará de ser la noticia que atrapa el interés de la gente.