Venezuela está viviendo de cerca todavía las consecuencias de la temprana muerte del líder de la revolución bolivariana, estos días han sido particularmente de incertidumbre; la escasez de algunos productos de primera necesidad, las largas colas en los supermercados, los rumores de una debacle económica, de un estallido social y algunas protestas de distintos grupos sociales aunado a una vertiginosa caída de los precios del petróleo parecen ser los ingredientes necesarios para un quiebre definitivo del gobierno Bolivariano.
Pero las cosas no son como las percibimos a simple vista; el país ha transitado durante más de quince años por un camino de espinas que promete llevar a una nueva sociedad, más justa, donde no hay espacio para la marginalidad ni la exclusión; pero podemos estar llegando al punto de la duda, un punto en el que hasta los mas crédulos comienzan a ver una realidad oscura, en la que la que ya los líderes deja de ser vistos como salvadores de la patria, auténticos héroes revolucionarios para ser vistos como corruptos, oportunistas y demagogos; en realidad poco importaría esta visión del poder si no se estuviese pidiendo una gran cuota de sacrificio a las mayorías, que ahora comienzan a verse desatendidas en sus necesidades más básicas.
"Con hambre y sin empleo con Chavez me resteo" fue un slogan que tímidamente lanzó el desaparecido presidente en alguna oportunidad y que aunque escandalizó a unos cuantos no fue del todo rechazado por las mayorías. Ahora la situación parece ser diferente, no se puede estar seguro que la gente permanezca viviendo estoicamente los tiempos de escasez, inseguridad y dificultades que se viven en el país. Se habla de una guerra económica manejada por los hilos de una oligarquía que no muestra su rostro y de un imperio que a simple vista aparece económicamente más débil cada vez, pero que militarmente se mantiene dominando la escena mundial.
En medio de este convulsionado panorama aparecen nuevos rumores; se habla de una disidencia militar que en algún momento podría manifestarse, de protestas estudiantiles que están por ocurrir, de divisiones en el seno del chavismo y de posibles acciones de los colectivos armados que han apoyado a la revolución, pero que esta vez serán en contra del gobierno, o al menos en contra de alguna de sus facciones. Para completar el cuadro de los rumores se habla de la muerte de Fidel Castro, el máximo líder de la revolución cubana, soporte ideológico de la revolución bolivariana.
La muerte de Castro podría ser manipulada para ser usada como factor de cohesión, pero no podemos afirmar que Fidel haya alcanzado a tener una penetración emocional en el pueblo chavista como para que su desaparición ejerciese algún tipo de reacción capaz de neutralizar los acontecimientos de este inicio de año, al contrario su desaparición podría generar algún tipo de desmoralización en quienes siguen viéndole como el factor de cohesión revolucionaría. Lo que si es seguro es que este rumor salió de algún laboratorio de rumores con el fin de enrarecer el ambiente en Venezuela.
Podríamos hablar también de la torpeza de la operación para canalizar el descontento popular o del extraño silencio del oficialismo, pero pensamos que los acontecimientos apenas están iniciando su desarrollo y es muy difícil predecir la vía que tomarán sobre todo cuando no aparece ninguna persona u organización que tome las banderas.w