Según el Papa Francisco vivimos la tercera guerra mundial pero por parcelas, así lo ha dicho a raíz de los atentados de Isis en París la noche del viernes. Hoy comenzaron los bombardeos de Francia contra objetivos en Siria en los que existen campos de entrenamiento del grupo terrorista que se atribuyó los atentados. Definitivamente es una guerra, pero ¿de quien contra quien?
La respuesta podría ser del Islam contra occidente, pero no seria exacta, eso es lo que nos quieren hacer creer. La guerra es de un grupo de personas que sienten que su pueblo está siendo atacado por quienes detentan el poder en el mundo. Realmente no conozco a fondo el tema de la situación en el norte de África y en el Medio Oriente, pero ciertamente ha habido en los últimos años intervención de Occidente en sus territorios y muchos han sido los muertos y los pueblos atacados y destruidos.
¿Posemos esperar que la paz retorne a los sitios en los que se han producido los ataques de Occidente? Esto sería factible si los pueblos renunciaran a la lucha, igual que ocurriría en Occidente si los atacantes, es decir los terroristas renuncian a su cometido de vengar a su pueblo. Como vemos la situación no es fácil, hay un problema de profundas raíces que llevan hasta una historia de colonialismo y sometimiento, al saqueo de recursos naturales y hasta de bienes de valor arqueológico.
Los terroristas son vistos por nosotros como salvajes y de hecho sus acciones no son nada civilizadas, pero el sometimiento del que fueron víctimas los pueblos a quienes dicen representar los terroristas tampoco fue hecho con el fin de civilizar a los pueblos agredidos y si lo fue se trató de una campaña en la que la fuerza y la violencia contra los más débiles se puso de manifiesto. El Papa pide orar por la paz del mundo, pero seria más útil reflexionar sobre el problema y buscar vías de entendimiento, pero seguramente habría que volver a las oraciones para que las partes decidieran resolver las diferencias de forma civilizada,
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