Un grupo de gobernantes de América Latina ha decidido que la única forma de sacar adelante a sus países es manteniéndose en el poder, para lo cual se hace necesaria la reelección.
Ya Álvaro Uribe logró un enmienda en la Constitución Colombiana para darse cuatro años más de gobierno y no contentos con eso sus seguidores ahora piden cuatro años más, el matrimonio Kirtschtner en Argentina prefirió la alternancia entre marido y mujer, mientras Correa en Ecuador decidió prorrogarse su periodo gracias a la nueva Constitución, cosa que ya había hecho Chávez en Venezuela.
En caso venezolano, además de que nos afecta directamente, es el más interesante de todos, Chávez primero al promulgar su Constitución se regaló el primer año de mandato, el cual no contó para nada, pues se dijo que la República había sido refundada, además de eso el periodo se aumentó de cinco a seis años y se estableció la reelección por un período más.
Pero el proyecto de Chávez, al igual que el de sus pares en Ecuador, Bolivia y Argentina, es a largo plazo, según el mismo lo ha dicho y los trece años iniciales no parecen alcanzarle para establecer el modelo de sociedad que propone, pero ya se han creado suspicacias al respecto y hay quienes piensan que el proyecto simplemente se ha esbozado como un simple acto de demagogia ‘para mantener en el poder a Chávez y a su gente.
Es evidente que Chávez es un líder fuera de serie, pero esto no parece justificar su pretensión de permanecer indefinidamente en el poder a través de una enmienda constitucional después de que no pudo hacerlo a través de la reforma. Un buen dirigente debería ser capaz de formar una generación de relevo que pueda continuar desarrollando su proyecto de país; Sin embargo, este no parece ser el caso ni en Venezuela ni en Colombia.
El poder es algo a lo que los hombres se aferran de tal manera que son capaces de dar hasta la vida por no perderlo. Caso patético el del actual alcalde de Maracaibo que se lanzó a ese cargo después de cumplir su periodo como gobernador y lanzar a un joven de su equipo para ese cargo.
La democracia presupone la alternabilidad, pero resulta interesante desde el punto de vista histórico lo que está ocurriendo en nuestros países con antecedentes caudillistas, lamentablemente el costo de satisfacer esta curiosidad histórica a la larga puede resultarnos caro al no ver desarrollada una democracia moderna y agil.
Ya Álvaro Uribe logró un enmienda en la Constitución Colombiana para darse cuatro años más de gobierno y no contentos con eso sus seguidores ahora piden cuatro años más, el matrimonio Kirtschtner en Argentina prefirió la alternancia entre marido y mujer, mientras Correa en Ecuador decidió prorrogarse su periodo gracias a la nueva Constitución, cosa que ya había hecho Chávez en Venezuela.
En caso venezolano, además de que nos afecta directamente, es el más interesante de todos, Chávez primero al promulgar su Constitución se regaló el primer año de mandato, el cual no contó para nada, pues se dijo que la República había sido refundada, además de eso el periodo se aumentó de cinco a seis años y se estableció la reelección por un período más.
Pero el proyecto de Chávez, al igual que el de sus pares en Ecuador, Bolivia y Argentina, es a largo plazo, según el mismo lo ha dicho y los trece años iniciales no parecen alcanzarle para establecer el modelo de sociedad que propone, pero ya se han creado suspicacias al respecto y hay quienes piensan que el proyecto simplemente se ha esbozado como un simple acto de demagogia ‘para mantener en el poder a Chávez y a su gente.
Es evidente que Chávez es un líder fuera de serie, pero esto no parece justificar su pretensión de permanecer indefinidamente en el poder a través de una enmienda constitucional después de que no pudo hacerlo a través de la reforma. Un buen dirigente debería ser capaz de formar una generación de relevo que pueda continuar desarrollando su proyecto de país; Sin embargo, este no parece ser el caso ni en Venezuela ni en Colombia.
El poder es algo a lo que los hombres se aferran de tal manera que son capaces de dar hasta la vida por no perderlo. Caso patético el del actual alcalde de Maracaibo que se lanzó a ese cargo después de cumplir su periodo como gobernador y lanzar a un joven de su equipo para ese cargo.
La democracia presupone la alternabilidad, pero resulta interesante desde el punto de vista histórico lo que está ocurriendo en nuestros países con antecedentes caudillistas, lamentablemente el costo de satisfacer esta curiosidad histórica a la larga puede resultarnos caro al no ver desarrollada una democracia moderna y agil.
2 comentarios:
Qué buen artículo, y estoy de acuerdo que un dirigente no se debe perpetuar en el poder, en el caso de Colombia, pienso que el presidente Uribe ha hecho una gestión muy positiva para el desarrollo del país, pero no estoy de acuerdo a un tercer mandato, debemos buscar un nuevo dirigente con ideas frescas, que acabé con el conflicto armado de una forma pacífica, pero debemos hacerlo de forma responsable, informándonos muy bien para no dejarnos llevar por ideas populistas, recientemente encontré un portal colombiano dedicado a brindar información clara y objetiva, relacionada con las elecciones en 2010.
Muy interesante post. Saludos!
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