Desde los principios del régimen chavista se hizo énfasis en el fundamento bolivariano de la revolución y con el tiempo ha venido mostrándose una supuesta relación entre el pensamiento de Bolívar y el de Chávez quien ha vinculado su imagen a la espada del libertador. También ha hecho énfasis Chávez en el hecho de ser descendiente de Pedro Pérez Delgado, Maisanta un rebelde llanero conocido por su lucha guerrillera contra el General Juan Vicente Gómez a principios del Siglo XX.
Néstor Ceresole, uno de los principales asesores del régimen en sus inicios, vio en Chávez un perfecto ejemplar para convertirse en el nuevo caudillo de Venezuela, sus rasgos étnicos, su origen popular, su condición de militar, encajan perfectamente en la imagen de quien pasó a ser el líder de los cambios propuestos para Venezuela.
Hoy día se trata de identificar al proceso político venezolano con la izquierda marxista, no sabemos si originalmente esa era la idea, pero muchos son los indicios de que asi era, esta discusión a estas alturas no tiene importancia, visto el rumbo que ha tomado la llamada revolución.
El régimen cubano es la inspiración actual del venezolano, Chávez se erige como sucesor de Fidel Castro en la escena mundial, a él se le atribuye una supuesta liberación del pueblo venezolano y una gesta solidaria con otros pueblos de América Latina.
Pero, el calco del culto va más allá, las gigantografías de la imagen de Chávez pululan por todo el territorio nacional, en cada campaña política son más, el brazo levantado por Chávez a cualquier candidato al mas modesto cargo ha sido por regla general augurio de triunfo.
Los simbolós también han sido copiados, la estrella roja y el color rojo son imagen del Partido Socialista Unido de Venezuela, del cual Chávez es el Presidente Comandante y líder máximo. Este partido fue fundado para convertirse en partido único en el país.
Este culto a la personalidad fue característico del stalinismo en la Unión Sovietica, en la Cina de Mao y en la mayoría regímenes socialistas que han existido en el planeta; Pero paradójicamente, no hay nada más contrario al marxismo que este vicio del poder. Teoricamente el marxismo busca llevar el poder al pueblo, no a un caudillo o un líder.
El punto más extremo de la derecha está en el culto a la personalidad, de allí que Hitler, Mussolini y Franco fueron ejemplo de esto. Para muchos el fracaso del socialismo real tiene mucho que ver con este factor y otros que formaron parte de la corriente revisionista liderada por José Stalin.
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