domingo, abril 04, 2010

La democracia de Chavez

Los sucesos de abril de 2.002 sirvieron para que Chávez rompiera sus pactos originales y los reemplazara por otros, abriendo así un camino siniestro para Venezuela. La ruptura con Miquelena, la consolidación del poder de Jose Vicente Rangel y Ali Rodríguez Araque abrieron las puertas a la cubanización del país y cambiaron los tiempos del proceso revolucionario.

Un suceso posterior habría de cambiar la acelerada marcha hacia el "socialismo": la perdida de la consulta sobre la reforma que dejo claro el rechazo popular al proyecto sometido a consideración. Pero después de admitir la derrota algo o alguien le hizo cambiar y mostrarse decidido a seguir con su proyecto a pesar del rechazo y es que echar para atrás después de tanto camino andado era algo inusitado.

El fallido golpe del 2.002 y la entrega absurda del parlamento al oficialismo en 2.005 fueron errores que viendo acelerar el proceso chavista. 2.010 pareciera la oportunidad de oro para que la oposición enmiende esos errores. pero, esta dispuesto Chávez y su partido a aceptar tal enmienda?

La respuesta a la pregunta parece ser un no rotundo. Solo en una democracia tradicional sería otra la respuesta, pero en el proyecto revolucionario se entiende la democracia de otra manera, el pluralismo no tiene cabida. El partido único es la meta y ya esta en construcción.

Por otra parte hay que resaltar que el parlamento es parte de las instituciones orgánicas que desde la perspectiva revolucionaria deben ser sustituidas por formas inorgánicas de participación que abran camino a la democracia directa. En base a las utopías, es decir a los sueños inalcanzables de los pueblos se han construido los regímenes totalitarios y parece que esta vez no será distinto. El oficialismo pareciera estar dispuesto a todo por no ceder espacios a sus adversarios políticos.

Un nuevo error, un movimiento en falso, la debilidad manifiesta de la oposición, su atomización, la incapacidad de lanzar un programa alternativo y la falta de unidad en el campo electoral no serian otra cosa que un trampolín hacia la destrucción definitiva de la vieja democracia representativa y la muerte del viejo sistema de partidos.

José Luís Restrepo G.

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