El juicio por tres delitos a Ilich Ramírez, El Chacal o Carlos ha puesto sobre el tapete la admiración que no pocos personeros del gobierno del Comandante Chávez le tiene a este venezolano que cumple ya pena de prisión perpetua por delitos vinculados al terrorismo.
Chávez no duda en decir que "Carlos" es un venezolano digno y que como tal merece respeto y consideración y al decir de los abogados del reo también ayuda económica para pagar sus honorarios, cosa que según su dicho habría sido ofrecida por elgobierno de Chávez, más no cumplida.
Carlos Escarrá el flamante Procurador ha dicho que: "Carlos no es un terrorista sino un hombre que ha enfrentado con dignidad y fortaleza la defensa de sus ideas, sus valores y sus principios. Es necesario decir con honestidad y claridad que fue secuestrado por el Gobierno francés desde Sudán. Desde el mismo momento en que lo secuestran, de ahí para adelante todo es ilegal. Cualquier acto posterior derivado del anterior va a ser ilegal. El primer juicio y éste son, pues, totalmente ilegales".
Ahora bien, dada la empatía del gobierno venezolano con su colega de "profesión revolucionario" como se identificó ante la Corte Francesa el ilustre Señor Ramírez, cabria preguntarse que posibilidad habría de que en un gesto de solidaridad revolucionaria nuestro también ilustre y revolucionario pidiese la extradición de su colega revolucionario, hoy objeto de un juicio ilegal en nada menos que la cuna del derecho moderno.
Una vez logrado el objetivo de traer a Venezuela a Carlos, los juzgados penales del país y el Tribunal Supremo tendrían la gran oportunidad de hacer una ejemplar justicia revolucionaria para dejarla en los anales de la historia de la patria de. Bolivar y por que no? El ejecutivo podría reivindicar a este compatriota nombrando le Ministro del Poder Popular para La Defensa Nacional o jefe de las Milicias Bolivarianas, tanto talento nacional no puede desperdiciarse.
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