La solución a la crisis

Leyendo hoy un interesante artículo sobre la crisis que vive el mundo, que indudablemente tiene raigambre social, ecológica y añado económica encuentro que la solución pasa por la toma de decisiones trascendentales y he querido hacer un ejercicio ubicando esa visión en nuestro medio, es decir en la actual crisis que se vive en Venezuela.

Hay un esquema el autor toma de Ortega y Gasset en el que se identifican cuatro fases en la estructura de la crisis la primera es que el orden dominante deje de tener sentido; la segunda es un estado de duda y escepticismo que reina en el momento crítico; para luego entrar en un tercer estadio que es la urgencia de una decisión que debe tomarse en medio de la duda; y finalmente de la toma de la decisión la apertura de un nuevo camino que lleva a un nuevo orden.     

Para analizar nuestra situación dentro de esas cuatro fases tendríamos que ver desde qué comenzar con evaluar en qué  momento el orden dominante ha dejado de tener sentido y si realmente ha dejado de tenerlo. Fácilmente podríamos  identificar el momento actual del en la segunda fase, pues ciertamente estamos viviendo entre la duda y el escepticismo; esto significa que para superar la crisis debemos tomar decisiones a fin de que se abra un nuevo camino hacia un nuevo orden. 

Pero no es tan sencillo, pues debemos primero determinar si la crisis se originó con el cambio del esquema de gobierno  que venia aplicándose desde la segunda mitad del siglo XX,  si por el contrario obedece a las políticas aplicadas a partir del siglo XXI o si se trata de una crisis que arrastra a ambos periodos. Me inclino por esta última opción, lo cual implicaría la toma de  una decisión mucho más radical que las que hasta ahora han sido planteadas por los actores políticos.

Lo expuesto nos lleva la conclusión de que la solución no esta exclusivamente en las manos de los políticos, sino que pasa por una toma de conciencia del colectivo que efectivamente lleve a un cambio, pues de no llegar a ello estaríamos simplemente poniendo paliativos a los problemas más inmediatos mientras la crisis se mantiene intacta, como ha ocurrido en las últimas décadas.      

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El fin de la guerra

La historia no existe antes de la guerra, este es un grito que ha hecho eco en las montañas y que merece ser repetido. La Paz no es noticia, la guerra es el gran suceso, es la amalgama que sirve para moldear a los pueblos. Conquistas, golpes de estado, holocaustos, invasiones son los materiales de los cuales están hechos los pueblos.

El pecado original no puede ser otro que la guerra; ella se fundamenta en la codicia, en el afán de dominación, en los deseos de independencia. Conceptos como el orgullo nacional, la soberanía de los pueblos y la identidad de los países si son vistos a fondo no son otra cosa que manifestaciones de un egoísmo colectivo.

El negro fantasma de la dominación está presente en todas las guerras, la paz no es más que un anhelo inalcanzable, el principio de la autoridad que promete poner orden en la sociedad no es otra cosa que la forma de someter a los más débiles. La religión, el Estado, los colectivos y las familias están edificados sobre las bases del poder y el poder no es otra cosa que el ejercicio de la dominación.

¿Qué podemos oponer al poder? ¿La libertad? Hay algo más que eso, el respeto a los demás, la entrega consiente a la edificación de un mundo en el cual cada uno pueda desarrollar su potencial es el único comino. Se requiere ir a lo mas profundo del ser para entender el rol de cada uno y así comprender que la verdadera clave la vamos a encontrar desarrollando la capacidad de amar. Es por ello que la solución a los problemas de la humanidad está en el interior de cada uno de nosotros. No es fácil, pero podemos comenzar a trabajar en esa dirección. 

¿fracasó el proyecto socialista?

 En Venezuela parece estar demostrándose que el socialismo es un error histórico; sin embargo pensamos que el verdadero problema radica en que el término socialismo no ha sido entendido por los dirigentes de la llamada revolución bolivariana. 

El modelo que ha tratado de desarrollarse en Venezuela ha sido una mezcla de los errores del llamado socialismo real del siglo XX, tomando como base el modelo cubano y el soviético con un capitalismo rentista basado en un intento de reparto de la renta petrolera que no tomó en cuenta la posibilidad de una caída de los precios.

Por otro. Lado al  cierre de empresas  privadas se ha unido la ineficiencia del sector público que lejos de ser eficiente ha crecido exponencialmente sin cubrir las necesidades de la población ya que a sus pobres resultados en cuanto a productividad se une una corrupción galopante.

Finalmente la educación que ha debido ser de máxima prioridad se ha enfocado en la ideologización dejando de lado el objetivo de formar profesionales capaces y eficientes para hacer frente al reto de la modernización del aparato productivo del país.

El socialismo sólo es posible en la medida que la sociedad evolucione y tenga conciencia de la necesidad de justicia social. Es imposible que las estructuras cambien realmente si la sociedad no está preparada para el cambio, lo cual no ocurre si se trata de imponer por la fuerza un nuevo esquema pues solo es posible crear una nueva sociedad si los individuos que la conforman cambian.      

Con las estaciones internacionales los contrabandistas ganan mas

Aunque no lo crean el aumento del precio de la gasolina en la frontera con la implementación de precios internacionales no resuelve el problema del contrabando de extracción, al contrario podría aumentarlo, pues la utilidad que obtienen los contrabandistas en lugar de disminuir ha aumentado notablemente.

La cuenta es como sigue, antes del aumento los contrabandistas vendían 3/4 de su tanque, es decir unos 54 litros en 60 mil pesos, esto era mas o menos bs. 4.200 al cambio de 0,070 bolívares por peso hoy día la misma operación deja 75.000 pesos, pues la pimpina subió de 20 a 25.000 y el cambio bajó a 0,050 bolívares por peso, así que los 3/4 de tanque se venden en 7.500 bolívares si se compra la gasolina a precios del mercado venezolano y peor aun si se compra a precio internacional (bs, 50 por litro) al venderla en Cucuta se obtendría una utilidad de bs. 4.800 lo cual es mas de lo que se ganaba antes de la medida y lo que es peor aun la gasolina en esas bombas se vende libremente.

Pero no todo es malo, aunque aún nos quedaremos sin gasolina, el nuevo precio cubre los costos y deja utilidad al país, además de exportar sin someterse a las cuotas de la OPEP, pero para que esto funcione realmente habría que hacer los ajustes pertinentes al mismo ritmo que se devalúe nuestra moneda.