S i una cosa había que abonarle al proceso que ha vivido Venezuela en los últimos diez años es el marco democrático y pacifico en el cual se ha desarrollado. Salvo los sucesos del 11 de abril de 2002, del infausto asesinato de Danilo Anderson y de algunas manifestaciones de represión, Venezuela había vivido un marco de paz política, pero 2008 parece ir por otro rumbo, ño cual es de lamentar.
Este año se han producido ya tres atentados con bombas, uno en la nunciarriea apostólica, otro en la plaza Washington y el último, el pasado domingo, en la sede de Fedecamaras. Todos los atentados habían sido incruentos, pues no cobraron vidas humanas ni dejaron heridos, pero el último dejó un muerto, la persona que aparentemente fue autora del atentado quien accidentalmente perdió la vida.
Cabe destacar dos cosas: Los explosivos utilizados son de baja potencia y los objetivos han sido lugares simbólicos que pueden ser calificados bastiones de la oposición o de poderes foráneos con los cuales se han enfilado las baterías de la retórica revolucionaria. Esto hace pensar que son los mismos sectores oficialistas quienes han tratado de enrarecer el clima de paz que se vive en el país, aunque en el sector oficialista se dice que es la oposición que quiere desestabilizar la que ha promovido los atentados.
De todas maneras resulta preocupante que se tome en nuestro pais al terrorismo como arma política, después de que los involucrados en el proceso que hemos vivido habían demostrado al mundo su vocación de paz, pese a la retórica gubernamental que advierte que esta es una revolución pacífica pero armada.
Hacemos votos por la paz y pedimos a nuestros lectores que se unan a estos.
Este año se han producido ya tres atentados con bombas, uno en la nunciarriea apostólica, otro en la plaza Washington y el último, el pasado domingo, en la sede de Fedecamaras. Todos los atentados habían sido incruentos, pues no cobraron vidas humanas ni dejaron heridos, pero el último dejó un muerto, la persona que aparentemente fue autora del atentado quien accidentalmente perdió la vida.
Cabe destacar dos cosas: Los explosivos utilizados son de baja potencia y los objetivos han sido lugares simbólicos que pueden ser calificados bastiones de la oposición o de poderes foráneos con los cuales se han enfilado las baterías de la retórica revolucionaria. Esto hace pensar que son los mismos sectores oficialistas quienes han tratado de enrarecer el clima de paz que se vive en el país, aunque en el sector oficialista se dice que es la oposición que quiere desestabilizar la que ha promovido los atentados.
De todas maneras resulta preocupante que se tome en nuestro pais al terrorismo como arma política, después de que los involucrados en el proceso que hemos vivido habían demostrado al mundo su vocación de paz, pese a la retórica gubernamental que advierte que esta es una revolución pacífica pero armada.
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