La gran prensa insiste en los vínculos del gobierno venezolano con el terrorismo internacional. Primero fueron las relaciones del gobierno de Chávez con las FARC aliñadas con el contenido de los discos duros de las computadoras de Reyes y ahora surgen los supuestos vínculos con la organización islamita libanesa Hezbollah, el partido de Dios.
Tanto las FARC como Hezbollah son tenidas como organizaciones terroristas por los principales países del mundo, aunque la segunda no ha sido calificada como tal por la Unión Europea y es considerado un movimiento de resistencia legítimo por la mayoría de los países arabes y musulmanes y los cristianos del Líbano.
Hezbollah goza del apoyo del gobierno de Irán, socio estratégico del gobierno venezolano, razón por la cual la cercanía de Venezuela con Hezbollah no sería nada que pudiera sorprendernos, tampoco constituiría un delito, auque pudiera causar la antipatía de ciertos sectores, que dicho sea de paso son en general los que adversan el proceso revolucionario de nuestro país.
No así el caso de las FARC, que definitivamente se tiene por terrorista en buena parte del planeta, pero además es adversada por la mayoría de los venezolanos de origen colombiano, cuyos familiares han sufrido las consecuencias de sus acciones terroristas. No debemos olvidar que buena parte de estos venezolanos que se cuentan por millones son de las clases sociales menos favorecidas y apoyan al gobierno de Chávez, por ello no es de extrañar que este contradiciéndose haya dado marcha atrás pidiendo al sucesor de Marulanda deponer las armas.
Esto no puede ocurrir con Hezbollah, entre otras cosas porque esa organización libra una guerra de resistencia en el medio oriente contra el gobierno Israelí la cual tiene profundas raíces históricas que pueden, de cierta manera justificarla mientras que la FARC además de que se encuentran en este momento atravesando por una crisis que militarmente le pone en serias dificultades, el anuncio de la muerte de su fundador y principal cabecilla Manuel Marulanda no cuentan con un apoyo popular sólido, además de que luchan contra un gobierno elegido democráticamente.
La información de los discos duros de los computadores incautados en la operación en la que se dio de baja a Raúl Reyes estaba teniendo gran impacto sobre los electores de origen colombiano y por ello el cambio de posición de Chávez, pero en el caso de Hezballah la situación es distinta, los venezolanos de origen árabe no necesariamente adversan al llamado partido de Dios, la contrario, muchos de ellos lo miran como una expresión legítima de su pueblo.
Así que quienes esperan que las acusaciones de vínculos del bolivarialismo venezolano con Hezbollah tengan el mismo resultado que las acusaciones de los vínculos con las FARC se equivocan.
Tanto las FARC como Hezbollah son tenidas como organizaciones terroristas por los principales países del mundo, aunque la segunda no ha sido calificada como tal por la Unión Europea y es considerado un movimiento de resistencia legítimo por la mayoría de los países arabes y musulmanes y los cristianos del Líbano.
Hezbollah goza del apoyo del gobierno de Irán, socio estratégico del gobierno venezolano, razón por la cual la cercanía de Venezuela con Hezbollah no sería nada que pudiera sorprendernos, tampoco constituiría un delito, auque pudiera causar la antipatía de ciertos sectores, que dicho sea de paso son en general los que adversan el proceso revolucionario de nuestro país.
No así el caso de las FARC, que definitivamente se tiene por terrorista en buena parte del planeta, pero además es adversada por la mayoría de los venezolanos de origen colombiano, cuyos familiares han sufrido las consecuencias de sus acciones terroristas. No debemos olvidar que buena parte de estos venezolanos que se cuentan por millones son de las clases sociales menos favorecidas y apoyan al gobierno de Chávez, por ello no es de extrañar que este contradiciéndose haya dado marcha atrás pidiendo al sucesor de Marulanda deponer las armas.
Esto no puede ocurrir con Hezbollah, entre otras cosas porque esa organización libra una guerra de resistencia en el medio oriente contra el gobierno Israelí la cual tiene profundas raíces históricas que pueden, de cierta manera justificarla mientras que la FARC además de que se encuentran en este momento atravesando por una crisis que militarmente le pone en serias dificultades, el anuncio de la muerte de su fundador y principal cabecilla Manuel Marulanda no cuentan con un apoyo popular sólido, además de que luchan contra un gobierno elegido democráticamente.
La información de los discos duros de los computadores incautados en la operación en la que se dio de baja a Raúl Reyes estaba teniendo gran impacto sobre los electores de origen colombiano y por ello el cambio de posición de Chávez, pero en el caso de Hezballah la situación es distinta, los venezolanos de origen árabe no necesariamente adversan al llamado partido de Dios, la contrario, muchos de ellos lo miran como una expresión legítima de su pueblo.
Así que quienes esperan que las acusaciones de vínculos del bolivarialismo venezolano con Hezbollah tengan el mismo resultado que las acusaciones de los vínculos con las FARC se equivocan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario