Siete meses y medio tardó el presidente Chávez en entender que Venezuela lo que el pueblo viva en armonía, sin enfrentamientos innecesarios entre los distintos factores sociales que intervienen en la economía nacional, al menos eso es lo que aparentemente quiso demostrar con las nuevazas medidas presentadas anoche en una alocución que excedió las dos horas frente a un grupo de más de quinientos empresarios. Incluidos Lorenzo Mendoza, presidente de empresas polar y Juan Carlos Escotet de Banesco.
La creación de un fondo para el desarrollo del sector privado, la eliminación del impuesto a las transacciones financieras, la flexibilización del control de cambio, son ente otras las medidas adoptadas. Atrás quedan las amenazas de expropiar las empresas distribuidoras y productoras de alimentos, ocluida empresas polar.
¿Estamos realmente frente a un cambio de rumbo? Según lo dijo el presidente el proyecto nacional Simón Bolívar sigue en pié, el socialismo sigue siendo la meta, tampoco parece estarse retomando el concepto del socialismo del siglo XXI, el cual no ha sido terminado de explicarse, pero que se esperaba entrarse en una fase experimental. Las teorías de Dieterich, Petrach y el grupo que promueve la revista Rebelión no parece que vuelvan a ser retomadas para Venezuela, pero parece abrirse una fase de convivencia con la empresa privada .
Este cambio obedece a dos cosas que están estrechamente relacionadas: el rechazo al socialismo real por parte del pueblo y las elecciones de noviembre que amenazan con dar nuevos espacios a la oposición en los gobiernos regionales. En cuanto a lo primero no dudamos que se seguirán haciendo esfuerzos para seguir adoctrinando a las nuevas generaciones y a futuro ganar adeptos para el proyecto socialista y con respecto a la segunda se busca aminorar la derrota en algunos estados y municipios que desde hace décadas están apoyando a lideres de izquierda y la otra es preparar una convivencia pacifica con la oposición en los próximos cuatro años.
También es de resaltar que los aliados internacionales del gobierno de Chávez deben estar preocupados por la posibilidad de que el fin de este se precipite, quedando cerrada no solo la posibilidad de la revolución continental, la cual puede esperar, sino el gran chorro de dólares que se están enviando a los países y organizaciones que la soportan que parece que mas que una meta tienen en esta un medio de vida.
La creación de un fondo para el desarrollo del sector privado, la eliminación del impuesto a las transacciones financieras, la flexibilización del control de cambio, son ente otras las medidas adoptadas. Atrás quedan las amenazas de expropiar las empresas distribuidoras y productoras de alimentos, ocluida empresas polar.
¿Estamos realmente frente a un cambio de rumbo? Según lo dijo el presidente el proyecto nacional Simón Bolívar sigue en pié, el socialismo sigue siendo la meta, tampoco parece estarse retomando el concepto del socialismo del siglo XXI, el cual no ha sido terminado de explicarse, pero que se esperaba entrarse en una fase experimental. Las teorías de Dieterich, Petrach y el grupo que promueve la revista Rebelión no parece que vuelvan a ser retomadas para Venezuela, pero parece abrirse una fase de convivencia con la empresa privada .
Este cambio obedece a dos cosas que están estrechamente relacionadas: el rechazo al socialismo real por parte del pueblo y las elecciones de noviembre que amenazan con dar nuevos espacios a la oposición en los gobiernos regionales. En cuanto a lo primero no dudamos que se seguirán haciendo esfuerzos para seguir adoctrinando a las nuevas generaciones y a futuro ganar adeptos para el proyecto socialista y con respecto a la segunda se busca aminorar la derrota en algunos estados y municipios que desde hace décadas están apoyando a lideres de izquierda y la otra es preparar una convivencia pacifica con la oposición en los próximos cuatro años.
También es de resaltar que los aliados internacionales del gobierno de Chávez deben estar preocupados por la posibilidad de que el fin de este se precipite, quedando cerrada no solo la posibilidad de la revolución continental, la cual puede esperar, sino el gran chorro de dólares que se están enviando a los países y organizaciones que la soportan que parece que mas que una meta tienen en esta un medio de vida.
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