“Change we can belive” in fué eln slogan de la campañs de Barak Obama, o lo que es lo mismo “un cambio en el que podamos creer”.
Pero ¿por qué habría de querer un cambio la sociedad norteamericana? La respuesta está en la oferta de el mismo Obama, mas y mejores planes de bienestar social para el grueso de la población, mejor redistribución de la carga impositiva de manera que los que tienen menos paguen menos y quienes tienen mas paguen mas, una política internacional mas abierta, reducción del gasto de guerra y menor dependencia de la energía extranjera.
Ya muchos han comenzado a comparar a Obama con Gorbachov, pues este último llevo a cabo un proceso de cambios para la Union Sovietica que finalmente puso al traste al régimen socialista y a la propia Unión la cual finalmente quedó disuelta.
No creemos que los cambios que propone Obama trngan la profundidad de la reestructuración de la economía sovietica, mejor conocida como la Perestroika. Tampoco el pueblo norteamericano tiene las diferencias étnicas que tenía la Unión Sovietica, así que pensar en la disolución de Estados Unidos es poco menos que absurdo.
Sin embargo, no podemos obviar que los Estados Unidos y el mundo en general parece estar a las puertas de la mayor crisis económica de los últimos cien años, lo cual podría tener consecuencias políticas y sociales imprevisibles.
El manejo de la crisis ha sido propuesto para hacerse de manera global, al fin y al cabo en un mundo globalizado parece ser lo mas sensato. Pero esto no es óbice para que el pueblo norteamericano pida cambios en las políticas internas.
Pero ¿por qué habría de querer un cambio la sociedad norteamericana? La respuesta está en la oferta de el mismo Obama, mas y mejores planes de bienestar social para el grueso de la población, mejor redistribución de la carga impositiva de manera que los que tienen menos paguen menos y quienes tienen mas paguen mas, una política internacional mas abierta, reducción del gasto de guerra y menor dependencia de la energía extranjera.
Ya muchos han comenzado a comparar a Obama con Gorbachov, pues este último llevo a cabo un proceso de cambios para la Union Sovietica que finalmente puso al traste al régimen socialista y a la propia Unión la cual finalmente quedó disuelta.
No creemos que los cambios que propone Obama trngan la profundidad de la reestructuración de la economía sovietica, mejor conocida como la Perestroika. Tampoco el pueblo norteamericano tiene las diferencias étnicas que tenía la Unión Sovietica, así que pensar en la disolución de Estados Unidos es poco menos que absurdo.
Sin embargo, no podemos obviar que los Estados Unidos y el mundo en general parece estar a las puertas de la mayor crisis económica de los últimos cien años, lo cual podría tener consecuencias políticas y sociales imprevisibles.
El manejo de la crisis ha sido propuesto para hacerse de manera global, al fin y al cabo en un mundo globalizado parece ser lo mas sensato. Pero esto no es óbice para que el pueblo norteamericano pida cambios en las políticas internas.
De la sintonía de Obama con su pueblo, de lan reestructuración económica de la nación dependerá la paz social en los Estados Unidos, en parte por la expectativa de cambio que se ha generado con la elección de Obama y en parte por la grave crisis económica que vive la Unión.
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