La vida en Venezuela ha venido cambiando paulatinamente, es común ver señoras angustiadas por el futuro del país, las protestas se multiplican en distintos sectores, casi siempre son pacíficas aunque este año dejaran en nuestra ciudad dos estudiantes muertos, la inseguridad crece, los atracos, los robos de autos, los secuestros y las muertes violentas están a la orden del día.
Las guerrillas y los paramilitares colombianos siguen actuando en zonas rurales y aveces hasta urbanas, se oye decir que las guerrillas actúan con la complacencia del gobierno nacional y que hasta hay un grupo creado por el sector oficial, mientras los oficialistas apoyan a los gobernadores de oposición de crear grupos paramilitares.
El discurso del presidente es incendiario, habla de guerra, de prepararse para una agresión externa, ve posibilidades de ataques desde Colombia, donde se han prestado bases a los norteamericanos, desde las Antillas en donde habla de movimientos militares en Aruba y Curazao.
Pero la raíz del problema está en los cambios que se anuncian en la estructura política del país, se habla de construir una sociedad socialista, al estilo de Cuba o de la Unión Soviética, sin separación de poderes, con intervención del Estado en todos los sectores, con la propiedad privada de los medios de producción reducida al mínimo, con un fuerte partido de gobierno buscando la hegemonía y con la libertad de expresión reducida al mínimo.
Pero a la gente le ha costado creer que esos cabios sean posibles, una década ha transcurrido y nada se ha hecho para crear un movimiento diferente al de Chávez, pero capaz de suplir las aspiraciones de las mayorías , mientras esto no ocurra, creemos que la partida la seguirá ganando el oficialismo.
Solo el pueblo, como ente coordinado podrá capitalizar la decepción que le causan sus gobernantes. En las últimas elecciones parlamentarias la oposición cometió el grave error de entregar el poder más importante del sistema democrático, el legislativo, esto ante el ventajismo electoral y las sospechas de fraude, el 2.010 aparece con la posibilidad de reparar el error.
El nuevo año no será fácil, y no se sabe aún cuál será la estrategia del gobierno contra el movimiento opositor, pero es el momento de levantar banderas e iniciar la lucha por una sociedad mejor, no solo por la conquista del poder.
Las guerrillas y los paramilitares colombianos siguen actuando en zonas rurales y aveces hasta urbanas, se oye decir que las guerrillas actúan con la complacencia del gobierno nacional y que hasta hay un grupo creado por el sector oficial, mientras los oficialistas apoyan a los gobernadores de oposición de crear grupos paramilitares.
El discurso del presidente es incendiario, habla de guerra, de prepararse para una agresión externa, ve posibilidades de ataques desde Colombia, donde se han prestado bases a los norteamericanos, desde las Antillas en donde habla de movimientos militares en Aruba y Curazao.
Pero la raíz del problema está en los cambios que se anuncian en la estructura política del país, se habla de construir una sociedad socialista, al estilo de Cuba o de la Unión Soviética, sin separación de poderes, con intervención del Estado en todos los sectores, con la propiedad privada de los medios de producción reducida al mínimo, con un fuerte partido de gobierno buscando la hegemonía y con la libertad de expresión reducida al mínimo.
Pero a la gente le ha costado creer que esos cabios sean posibles, una década ha transcurrido y nada se ha hecho para crear un movimiento diferente al de Chávez, pero capaz de suplir las aspiraciones de las mayorías , mientras esto no ocurra, creemos que la partida la seguirá ganando el oficialismo.
Solo el pueblo, como ente coordinado podrá capitalizar la decepción que le causan sus gobernantes. En las últimas elecciones parlamentarias la oposición cometió el grave error de entregar el poder más importante del sistema democrático, el legislativo, esto ante el ventajismo electoral y las sospechas de fraude, el 2.010 aparece con la posibilidad de reparar el error.
El nuevo año no será fácil, y no se sabe aún cuál será la estrategia del gobierno contra el movimiento opositor, pero es el momento de levantar banderas e iniciar la lucha por una sociedad mejor, no solo por la conquista del poder.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario