miércoles, enero 20, 2010

Atacan los Carapaicas.

Vestidos cual guerrilleros de las FARC, con las caras tapadas, portando armas de guerra, incluidas bazucas y granadas, una decena de milicianos lanzó hace pocas horas un mensaje al gobierno de Venezuela en nombre del grupo urbano los Carapaicas que ópera en la barrida mas populosa de Caracas, el 23 de enero.

El comandante Murachi, como se hace identificar el vocero del grupo denuncia la existencia de un grupo de seudorevolucionarios en el entorno de Chavez que esta impidiendo el avance de la revolucion y pide que sean removidos de sus cargos en el alto gobierno y en las fuerzas armadas.

Esta noticia, que esperamos no venga acompañada de alguna acción violenta, llama la atención en momentos en que el gobierno de Chavez pasa por su mayor crisis desde el paro petrolero y el golpe de 2002.

Si bien han transcurrido once años del inicio del gobierno de Chavez, su revolucion no termina de materializarase, al contrario, junto a los pocos avances sociales aparece una nueva clase que se adueña de bancos y otros jugosos negocios que surgen en medio del llamado procedo revolucionario.

Grupos como el Carapaica han surgido mas para amedrentar a los opositores que para cumplir alguna función real en el proceso y es obvio que poco a poco se van convirtiendo en parásitos del régimen que no tienen ningún poder de decisión.

El hecho de ver a los Carapaica exigiendo cambios de gabinete y en los mandos militares en este momento solo puede responder a dos posibilidades: una que estén respondiendo a exigencias de los vecinos del 23 de enero que sufren el deterioro de su poder adquisitivo, los cortes de energía y la inseguridad que venimos sufriendo todos loa venezolanos y dos, que estén tratando de distraer a la población de esos mismos problemas.

No creemos que después de once años ni los Este ni ningún otro grupo pro revolucionario vaya a levantar sus armas contra el gobierno, entonces pareciera lógico que el hecho en cuestión es una puesta en escena para calmar los ánimos de la gente.


José Luis Restrepo G.

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