ÓooLa Asociación de Derechos Humanos de la facultad de Derecho de la Universidad de Harvard y la organización Human Rights Watch y 52 organizaciones mas han prevenido sobre el desarrollo de las armas totalmente automatizadas y su incidencia sobre los derechos humos. De acuerdo a un informe del mes de junio de este año este tipo de armas son cada vez más autónomas, llegando incluso las maquinas mediante programas computarizados a poder definir los blancos de ataque.
Durante años la robótica permaneció formando parte de la ciencia ficción, pero la realidad actual nos lleva a dar un paso adelante en esta materia. El avance de la tecnología en el actual siglo nos ha permitido ver no solo este tipo de armas, sino otra serie de aplicaciones a la robótica que nos hace necesariamente tener que plantearnos una serie de aspectos éticos que llevan incluso a tocar el aspecto de la dignidad humana, fundamento primordial de los derechos humanos.
Ya en los comienzos de los años cuarenta Isaac Asimov se planteaba en un cuento de ciencia ficción una especie de código de ética robótica basado en tres principios: el no uso de los robots para atentar contra la vida humana; la posibilidad de control de las máquinas durante su uso, excluyendo la autonomía plena; y la salvaguarda de la existencia de la maquina, salvo en los casos en que estas entren en conflicto con los dos primeros principios; a estos tres principios se agregó un cuarto principio que reza que ningún robot puede ocasionar daños a la especie humana ni permitir que por inacción se le cause daño a la humanidad.
Pero la relación de la robótica y los derechos humanos va mucho más allá del uso bélico que pueda darse a las maquinas autónomas, sino que se han comenzado a plantear una serie de problemas éticos derivados del uso de la robótica en medicina tales como la creación de piezas mecánicas y electrónicas para remplazar órganos del cuerpo humano especialmente en casos de pérdida o deficiencia de estos últimos. Aquí entramos en el desarrollo de nuevos conceptos y con ellos una nueva normativa.
Se ha comenzado a hablar de una era post humana en la que el siguiente escalón en la evolución humana será una especie de ser híbrido, mejorado con el uso de de órganos artificiales que mejoren funciones determinadas. Esto plantea un problema ético que tiene que ver con la responsabilidad en el uso, el respeto a la condición y a la dignidad humana, la prevención de los daños potenciales, la obligación de saber e informar sobre los avances en este sentido y finalmente la obligación de democratizar los avances.
Obviamente existe resistencia al avance de la robótica en algunos sectores conservadores; sin embargo, prima en este caso el derecho a la libertad de investigación científica. El fondo del asunto está en distinguir entre el ser humano y las maquinas y determinar que la responsabilidad del uso de estas ultimas en todo caso dependerá de personas, ya sean estas quienes a voluntad propia las manejen en tiempo real o mediante la programación de las funciones y las capacidades autónomas de las maquinas. Como vemos la ficción se acerca cada vez más a la realidad y surgen así nuevos problemas de índole jurídica.