lunes, diciembre 08, 2014

Adios 2014

El tiempo parece haber retrocedido dos mil años, cuerpos de cristianos crucificados aparecieron el plazas públicas de Siria, muy cerca de donde crucificaron a Jesus, esta vez no son los Romanos ni los judías, sino los miembros del autoproclamado estado islamico Isis; pero el espacio parece haberse contraído, en una pequeña ciudad de los Andes Venezolanos, San Cristóbal, mi ciudad se escenificó una guerra al mejor estilo de las que vemos en las noticias, las calles incendiadas, los domicilios violados, patrullas motorizadas atacando edificios residenciales, universidades quemadas, tanques de guerra, soldados y muertos en las calles. 

Así fue 2.014, un año duro, lleno de la rudeza de los tiempos que vivimos. Crisis económica en el mundo, caída de los precios del petróleo debilitando la economía venezolana ya aporreada por el desabastecimiento de productos básicos y por una crisis generada por una lucha de clases que nos negamos a aceptar y que tiene su más terrible manifestación en la inseguridad que se vive en las calle; políticos, alcaldes y estudiantes presos o enjuiciados mientras se habla de torturas y de otras violaciones de los derechos humanos, la corrupción aumenta, los precios regulados de algunos bienes no son para todos, el mercado negro de productos y servicios crece y la empresa privada cada vez es menos productiva.

Parece que estuviéramos despidiendo este año como si nada hubiera ocurrido en el país o en el mundo. Seguimos depredando el ambiente, en Estados Unidos se ven nuevas manifestaciones de racismo, en Europa la xenofobia  sigue cobrando víctimas, las desigualdades entre las naciones hacen que oleadas de emigrantes crucen fronteras  hacia  distintos países que aunque se dicen civilizados no han podido dar una interpretación a los derechos humanos que demuestre que son universales y que no importa el origen de los hombres para que les sean respetados en cualquier parte del mundo a donde quieran refugiarse.

¿Qué haremos en 2015 para que las cosas no continúen agravándose? Es difícil dar una respuesta que tenga alguna base enmarcada en una solución práctica. La reconciliación seria la vía para mejorar las cosas, pero nadie parece querer ceder los  espacios que creen haber conquistado. Venezuela y Colombia son dos ejemplos cercanos, el diálogo es rechazado por buena parte de la población simplemente porque pocos creen en la sinceridad de las partes en conflicto y que realmente estén dispuestas a ceder algún espacio. Por eso aunque podamos pecar de ingenuos la única manera de que el mundo cambie es que cada uno de nosotros cambiemos de actitud y nos convirtamos en agentes del cambio, solo así lograremos avanzar hacia un mundo mejor.  

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