lunes, abril 14, 2008

Alarma por el hambre.

La producción de alimentos es en el mundo un negocio como cualquier otro, de su rentabilidad depende su éxito. Estados Unidos produce buena parte de lo que se come en el mundo, Canadá, Argentina, Rusia, México, Brasil, La Unión Europea y hasta China e India ponen su parte, los océanos nos proveen de pescado, flotas con distintas banderas se encargan del negocio para vender la pesca en distintos países del mundo.

En los últimos días se ha presentado un grave problema que da cuenta de la carencia de alimentos en distintos puntos del globo terráqueo, Haití es el mas nos toca por su cercanía y por la gravedad del asunto: una población empobrecida se levanta pidiendo comida y es reprimida por las autoridades del país. Es un signo de los tiempos, pero es además la exención de algo que viene pasando en Asia y África desde hace décadas y quizá hasta siglos.

El hambre es detonante de otros males como las epidemias, la violencia y las guerras. Los productores de alimentos no pueden arar sus tierras, sembrar sus campos, cebar sus toros, ordeñar sus vacas o pescar sin que eso les provea algún beneficio económico. La dependencia de los países más pobres de la producción de alimentos de países mas desarrollados hace que exista una desigualdad económica que los pone en desventaja, cuando los costos suben, suben los precios y cuando suben los precios los países pobres deben disminuir las compras de alimentos y son los estratos mas desfavorecidos económicamente en esos países quienes sufren el hambre.

Los costos suben a consecuencia de muchos factores, el factor climático es uno, que por cierto no se ha manifestado en su máxima expresión, que podría hacerlo en el marco de la crisis ambiental del planeta, el costo de insumos como los combustibles y los fertilizantes sube también a medida que los inventarios se agotan y la extracción del crudo se hace mas difícil, pero por otra parte la población mundial crece y se hacen necesarios mas alimentos y en consecuencia suben los precios.

La tecnificación de la producción de alimentos parece haber llegado a un límite, el uso de pesticidas y fertilizantes ya es una práctica antigua, los cultivos hidropónicos, la selección y el cruce de razas y variedades parecen ser materia vista y aplicada a diario, igualmente ocurre con el riego y la mecanización de las tierras, la aparición de variedades y especies transgénicas tampoco es nueva y además está siendo cuestionada.

Es deber de nuestros líderes y cuando digo nuestros me refiero a los de todo el planeta, trabajar por la solución de este gravísimo problema, que no solo toca a países empobrecidos, sino que se manifiesta en el aumento de los índices de desnutrición en países con recursos suficientes para alimentar a sus poblaciones, pero también es deber nuestro tomar conciencia del problema y actuar en consecuencia, en forma integral, cuidando el ambiente, aportando ideas, llevando la inquietud a los foros a los que tengamos acceso y trabajando arduamente por producir en forma eficiente alimentos para nuestra población, porque puede ser que el hambre no nos toque aún, pero si no hacemos algo serán sus consecuencias las que nos afecten, hablo de la violencia, la delincuencia y hasta la guerra.

No hay comentarios.: