martes, enero 20, 2009

Obama y Forrest Gump

El National Mall, ese enorme parque rodeado de imponentes edificios y coronado por un gigantesco obelisco al fondo y el capitolio de los Estados Unidos, ese escenario donde hoy millones de personas se dan cita para la juramentación de Barak Obama como presidente de la nación mas poderosa del mundo nos hace recordar la escena de Forrest Gump donde su compañero de la guerra de Vietnam es condecorado en una silla de ruedas por el presidente, esta imagen inevitablemente nos lleva a buscar un paralelo entre Gump y Obama, guardando las distancias.

Barak Obama no es un producto de la suerte, ni es un discapacitado mental, al contrario ha llegado hasta a donde ha llegado por su esfuerzo y por su inteligencia, pero es muy probable que el hecho de no ser blanco y tener un nombre distinto al de cualquier americano común le puso en desventaja en algún momento de su vida en un país en el cual el racismo forma parte de la historia.

Es cierto que el racismo se dio mas en los estados del sur, pero no fue extraño a los demás estados de la unión, mas que una actitud este fenómeno es una filosofía de vida, una ideología que hace ver a las personas de otras razas como inferiores. Obama tuvo que luchar contra eso y lo superó, lo superó llegando a una de las universidades mas prestigiosas del planeta, sino la mas, pero también lo superó obteniendo con honores su titulo de abogado, también lo hizo al entrar al mundo de los políticos de su ciudad y al llegar al senado de los Estados Unidos y al ser aceptado por el conglomerado demócrata como candidato a la presidencia, por encima de Hillary Clinton y al ser electo dejando atr4ás a un héroe de guerra, como lo es su contendor Jhon Mc Cain.

Ciertamente Barak Obama no es Forrest Gump, pero en cierto modo, hace cuarenta o treinta años, cuando este hombre era un niño o un adolescente nadie hubiese podido imaginar cuan lejos llegaría. Hoy una multitud le aclama en ese mismo parque en el que Gump acompañó a su compañero de armas, la gran diferencia es que Obama se ha preparado durante muchos años para llegar aquí y su logro es producto de su capacidad y su tenacidad. Ahora le tocará seguir luchando contra la corriente para no traicionar sus ideales. Que Dios lo ilumne.

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