Las acusaciones hechas a Álvaro Uribe Vélez, presidente de Colombia, de tener nexos con grupos paramilitares y con el narcotráfico han comenzado a tener efectos negativos en los foros internacionales. El ex vicepresidente de los Estados Unidos Al Gore, el mismo que ganó recientemente el Oscar por la película Una verdad incomoda, se negó esta semana a participar en un foro ambientalista en Miami porque no esta dispuesto a compartir la mesa de debate con Uribe.
La realidad es que la situación política de Colombia no es simple, existen dos bandos en medio de una guerra civil no declarada, las guerrillas que se amparan en una ideología de izquierda para desarrollar una serie de actividades que van mas allá de la lucha política, las cuales incluyen el narcotráfico, el secuestro y la extorsión, en el otro bando los paramilitares constituidos por las autodefensas, grupos que originalmente se constituyeron para proteger a las victimas de la guerrilla ante la ineficiencia del Estado en esa labor y que terminaran incurriendo en actividades semejantes a las de la guerrilla gracias a una patente de corzo que obtuvieron al ubicarse del lado de los grupos que ostentan el poder económico y político.
En el medio de los dos bandos está la institucionalidad que tambalea entre la corrupción y las limitaciones a la acción que impone un moderno sistema de legislación penal que posiblemente no este adaptado a la situación bélica que vive Colombia. Esto ha hecho que en Colombia quienes han tenido poder político y económico difícilmente puedan estar exentos de haber tenido algún vinculo con los grupos paramilitares, así que lo extraño seria que el Presidente estuviera impoluto, pues es muy posible que en algún momento de su vida el o su familia hayan tenido que buscar protección fuera del Estado.
La justificación del uso de fuerzas irregulares no deja de ser grave porque, como se dijo, estas han incurrido en actividades ilegales del mismo talante que las de la guerrilla, es decir han incurrido en secuestros, extorsión, asesinatos y se han vinculado con los grupos mafiosos que explotan el negocio de la droga.
Por otra parte los vínculos con elementos dedicados al trafico de estupefacientes son casi inevitables en ciertos grupos ya que independientemente del negocio de la droga los narcos demandan bienes y servicios que normalmente son proveídos por sectores de la sociedad dedicados al comercio o a la prestación de servicios. Explico, un medico privado que atiende a una persona no tiene por qué conocer el origen de los dineros con los que le pagan sus servicios, igual ocurre con los ingenieros o arquitectos, así que el hecho de prestar algún servicio a estos no les hace cómplices de las actividades que dan origen a los fondos con los que cancelan los honorarios.
La realidad es que la situación política de Colombia no es simple, existen dos bandos en medio de una guerra civil no declarada, las guerrillas que se amparan en una ideología de izquierda para desarrollar una serie de actividades que van mas allá de la lucha política, las cuales incluyen el narcotráfico, el secuestro y la extorsión, en el otro bando los paramilitares constituidos por las autodefensas, grupos que originalmente se constituyeron para proteger a las victimas de la guerrilla ante la ineficiencia del Estado en esa labor y que terminaran incurriendo en actividades semejantes a las de la guerrilla gracias a una patente de corzo que obtuvieron al ubicarse del lado de los grupos que ostentan el poder económico y político.
En el medio de los dos bandos está la institucionalidad que tambalea entre la corrupción y las limitaciones a la acción que impone un moderno sistema de legislación penal que posiblemente no este adaptado a la situación bélica que vive Colombia. Esto ha hecho que en Colombia quienes han tenido poder político y económico difícilmente puedan estar exentos de haber tenido algún vinculo con los grupos paramilitares, así que lo extraño seria que el Presidente estuviera impoluto, pues es muy posible que en algún momento de su vida el o su familia hayan tenido que buscar protección fuera del Estado.
La justificación del uso de fuerzas irregulares no deja de ser grave porque, como se dijo, estas han incurrido en actividades ilegales del mismo talante que las de la guerrilla, es decir han incurrido en secuestros, extorsión, asesinatos y se han vinculado con los grupos mafiosos que explotan el negocio de la droga.
Por otra parte los vínculos con elementos dedicados al trafico de estupefacientes son casi inevitables en ciertos grupos ya que independientemente del negocio de la droga los narcos demandan bienes y servicios que normalmente son proveídos por sectores de la sociedad dedicados al comercio o a la prestación de servicios. Explico, un medico privado que atiende a una persona no tiene por qué conocer el origen de los dineros con los que le pagan sus servicios, igual ocurre con los ingenieros o arquitectos, así que el hecho de prestar algún servicio a estos no les hace cómplices de las actividades que dan origen a los fondos con los que cancelan los honorarios.
De todos modos desde su posición en Estados Unidos Al Gore tiene sus argumentos válidos para que en un futuro no se muestre su foto al lado de un señor de cuyo hermano la prensa ha publicado una fotografía con otro señor quien ha sido juzgado por narcotráfico en la nación del norte o que lo fotografíen con un mandatario de quien se ha dicho tuvo vínculos con irregulares, lo cual podría resultar ser otra verdad incomoda.
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