A no ser por el punto de la reforma presidencial indefinida resulta totalmente reñida con el discurso político de los dirigentes de oposición el impulsar una reforma constitucional. Si leemos con detenimiento el texto de la Constitución de 1.999 nos vamos a encontrar que no está reñido con los objetivos que públicamente se ventilan en los mentideros políticos.
El socialismo es perfectamente viable bajo el régimen de la Carta Magna, siempre y cuando no estemos hablando de un esquema rígido que no permita la propiedad privada, pues esta es una institución que está contenida en el referido texto incluso con una serie de limitaciones que permiten al Estado adecuarla a un régimen mas al estilo de sus planes.Los cambios en la división política del país son perfectamente posibles sin necesidad de reformas, pues estos ya estaban previstos para ser desarrollados por vía legislativa, la creación de los Consejos Comunales y la dotación de competencias a estos muy bien podrían desarrollarse dentro del marco constitucional vigente, en el aspecto social no hay impedimento alguno que amerite la reforma, tampoco en el ámbito económico, a no ser por la autonomía del Banco Central, que aun siendo de rango constitucional ya ha sido de hecho disminuida.
Entonces sin ir mucho mas allá el objeto de la reforma parece no ser otro que el aumentar el periodo presidencial, salvo que nos quieran meter gato por liebre.
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