Nunca estuve en un campo de guerra, pero creo que lo que vivimos esta semana en San Cristóbal no está lejos de ser una caricatura de una rebelión; el escenario no podía ser más parecido a los de las historias de los terrores de las revoluciones y las rebeliones de los pueblos árabes o de la Centroamérica en pie de guerra de los años ochenta, venían a nuestra mente las historias de los sucesos del Caracazo o de los días de abril de 2.002. Esta vez no hubo muertos ni saqueos en la ciudad, pero si hubo barricadas, enfrentamientos de la policía con los estudiantes, jóvenes presos, bombas molotov, incendios, universidades atacas, gases lacrimógenos y sobre todo consignas y banderas.
Hacia más de una semana que no recogían la basura en la ciudad porque hubo un incendio de grandes dimensiones en el vertedero de San Josecito que es el único que sirve a la ciudad, la feria había transcurrido sin novedad y la ciudadanía parecía haber respondido al llamado de mantener limpia la ciudad a pesar de las multitudes que se congregaron para ver los desfiles, los eventos deportivos y culturales que tuvieron lugar en las calles. Parecía que por fin estábamos encontrando la vía hacia la razón y comenzábamos a tomar conciencia de nuestra condición de ciudad moderna y organizada; se comenzó a hablar de cooperación entre el alcalde, joven de oposición, ex líder estudiantil y el gobernador, tecnócrata oficialista, capitan del ejército retirado desde los días del golpe de Chávez, pero recién reincorporado para ser ascendido a mayor. Pero el idilio duró poco, el domingo primero de febrero convocados por Leopoldo López en todo el país se realizaron cincuenta asambleas ciudadanas en las que se pidió la salida del presidente, las razones esgrimidas fueron muchas, entre ellas la inseguridad, el desabastecimiento de productos de la cesta básica, la inflación y la deficiencia en los servicios públicos.
El alcalde de San Cristóbal, estuvo en la asamblea de del Mercado de la Guayana y tomó la palabra para dejar claro que lo que se pedía era un cambio de gobierno, a partir de allí se rompió el diálogo con el ejecutivo del Estado, esto en medio de la crisis del aseo urbano hizo que la ciudad se llenara de bolsas de basura, en un principio muy bien colocadas en las aceras, pero poco a poco las rumas fueron creciendo. Simultáneamente comenzaron las acciones de calle, primero fueron los estudiante de la Universidad de los Andes y luego siguieron otros sectores. Quienes protestaban comenzaron a hacer barricadas con la basura y a meterle fuego. El doce de febrero, día de la juventud una marejada de gente marchó por la ciudad y se concentró en la quinta avenida, se corearon consignas en contra del gobierno, pero todo andaba en relativa calma, en la plaza Bolívar grupos afectos al gobierno hicieron lo propio y a pesar de estar muy cerca los unos de los otros todo tuvo lugar sin conflicto entre los dos grupos. Sin embargo, en la tarde las cosas cambiaron, en Caracas hubo enfrentamientos, heridos y tres muertos. En San Cristóbal atacaron la casa del gobernador y detuvieron a tres estudiantes y les iniciaron juicio en el Comando Regional del ejército y finalmente fueron trasladados al penal de Coro, esto provocó la ira de la ciudadanía, estudiantes, madres y padres salieron a las calles y se mantienen todavía haciendo barricadas de fuego con los restos de basura que estaban acumulados en las aceras y que hoy están en medio de las intersecciones de las principales calles.
El panorama no puede ser más desolador, basura tirada por toda la ciudad, restos de fuego, destrozos en las universidades, policías y guardias en todas las esquinas, un monumento a un saldado ha sido vestido con ropa interior de mujer y le han puesto flores en el fusil, un tanque de guerra que desde hace años adorna la Avenida Carabobo fue pintado de rosado. La Universidad del Tachira está rodeada por tanquetas y se dice que ha sido atacada varias veces por la guardia mientras un grupo de estudiantes permanece en resistencia pacífica dentro de las instalaciones, el jardín botánico de la ULA fue incendiado el jueves, anoche se dijo que le tocó al de la UNET. El Twitter y otras aplicaciones de los teléfonos inteligentes sirven de enlace a los ciudadanos desde las calles.
Los estudiantes finalmente fueron liberados anoche, queda según dicen un sólo detenido. Aunque la intensidad de las protestas ha bajado, las cosas no parecen estar terminando. El oficialismo convocó a una marcha en Caracas, no dudamos que será multitudinaria pues el pueblo sigue dividido, aunque en el fondo hay algo que le une, la esperanza, aunque esa esperanza se manifieste de distintas maneras, unos creen en un proceso que se inició hace más de dos décadas, otros creen en una democracia que cayó fallida en los noventa por causa de una dirigencia corrupta. Aunque Chávez ya no está parece que todavía sigue vigente el enigma de García Márquez, quien como una ve dijo vio en el dos hombres opuestos. "Uno a quien la suerte empedernida le ofrecía la oportunidad de salvar a su país. Y el otro, un ilusionista, que podía pasar a la historia como un déspota más."