Propongo la creación del certamen de los huevos de oro. No porque los aspirantes sean los más promiscuos casanovas de la colectividad, sino porque están demostrando la forma de tirar por la borda la oportunidad de oro de acceder a la gobernación del Táchira, a la alcaldía de San Cristóbal o a alguna otra, pues ante lo cierto de la posibilidad de ganarla, todo quien se siente medio calificado o que ha salido a la palestra pública a través de los medios, bien sea por ser periodista o por haber sido noticia, aun por haber cometido algún delito, por haber estado preso por quemar cauchos o por haber estafado a un empleador o a un ente público van a un programa de televisión y piden el apoyo de la oposición.
Lo peor es que en la desesperación por reconquistar el poder los grupos políticos apoyan a cuanto muérgano parece con algún porcentaje de popularidad en las encuestas y los apoyados se sienten guapos y hasta amenazan de muerte a sus contrincantes y llegan al extremo de mandar sicarios a amenazar a sus familias. Desgraciadamente esta es la realidad, triste y oscura, así no hay esperanza de retomar el hilo democrático. Se acusa al oficialismo de ser representación del malandraje pero actúan como verdaderos malandros. Podría decir nombres, pero solo averigüen quienes son los que sin cantar retirada han declinado a sus aspiraciones y pregunten por qué.
Es triste lo que ocurre, pero es más triste que quienes han sido amenazados no tengan el valor de denunciar a quienes asumen el puesto de verdugos. Mientras tanto los oficialistas están calladitos esperando instrucciones. Dios nos tome confesados porque hay mas de uno optando por los huevos de oro.
Lo peor es que en la desesperación por reconquistar el poder los grupos políticos apoyan a cuanto muérgano parece con algún porcentaje de popularidad en las encuestas y los apoyados se sienten guapos y hasta amenazan de muerte a sus contrincantes y llegan al extremo de mandar sicarios a amenazar a sus familias. Desgraciadamente esta es la realidad, triste y oscura, así no hay esperanza de retomar el hilo democrático. Se acusa al oficialismo de ser representación del malandraje pero actúan como verdaderos malandros. Podría decir nombres, pero solo averigüen quienes son los que sin cantar retirada han declinado a sus aspiraciones y pregunten por qué.
Es triste lo que ocurre, pero es más triste que quienes han sido amenazados no tengan el valor de denunciar a quienes asumen el puesto de verdugos. Mientras tanto los oficialistas están calladitos esperando instrucciones. Dios nos tome confesados porque hay mas de uno optando por los huevos de oro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario