El poder popular es la nueva bandera del actual gobierno, en el pretenden sostener el proyecto socialista que se trata de imponer mediante la reforma constitucional propuesta por el Presidente de la República y ampliada por la Asamblea Nacional., pero ¿está claro en el proyecto de reforma qué es el poder popular y cuales son sus atribuciones?
El poder popular no aparece en la reforma como el sexto poder del Estado después que la Constitución de 1.999 había añadido los poderes moral y electoral a los tres poderes tradicionales de Montesquieau sino que aparece como un nuevo poder territorial añadido al poder nacional, poder estadal y poder municipal; sin embargo no se establece en la reforma ninguna competencia autónoma para este nuevo poder ya que quedan pendientes para ser desarrollados en una Ley especial.
La disposición transitoria primera de la reforma establece que la Ley Orgánica del Poder Popular, queda así en manos del legislativo o peor aun del ejecutivo a través de la Ley Habilitante, así que la Constitución decreta a ciegas un nuevo poder que no sabemos aun que funciones tendrá, sabemos si por el texto de la reforma que este poder “no nace del sufragio ni de elección alguna, sino de la condición de los grupos humanos organizados como base de la población.”
Creemos que es positivo que el pueblo tenga mayor poder de decisión, especialmente en sus comunidades, pero también en la toma de decisiones a nivel regional y a nivel nacional y ese poder, hasta ahora, solo es posible mediante el sufragio y las elecciones, pues es la única forma conocida de que la voz del pueblo pueda ser oída. Sinceramente no entendemos que es lo que se pretende hacer a través de este nuevo poder, ni aun estudiando los modelos existentes, es decir los concejos comunales que se han conformado ya en Venezuela o las brigadas populares de Cuba, es aquí precisamente donde vemos la necesidad de que esta reforma, que no es tal, surga de una Asamblea Nacional Constituyente.
El poder popular no aparece en la reforma como el sexto poder del Estado después que la Constitución de 1.999 había añadido los poderes moral y electoral a los tres poderes tradicionales de Montesquieau sino que aparece como un nuevo poder territorial añadido al poder nacional, poder estadal y poder municipal; sin embargo no se establece en la reforma ninguna competencia autónoma para este nuevo poder ya que quedan pendientes para ser desarrollados en una Ley especial.
La disposición transitoria primera de la reforma establece que la Ley Orgánica del Poder Popular, queda así en manos del legislativo o peor aun del ejecutivo a través de la Ley Habilitante, así que la Constitución decreta a ciegas un nuevo poder que no sabemos aun que funciones tendrá, sabemos si por el texto de la reforma que este poder “no nace del sufragio ni de elección alguna, sino de la condición de los grupos humanos organizados como base de la población.”
Creemos que es positivo que el pueblo tenga mayor poder de decisión, especialmente en sus comunidades, pero también en la toma de decisiones a nivel regional y a nivel nacional y ese poder, hasta ahora, solo es posible mediante el sufragio y las elecciones, pues es la única forma conocida de que la voz del pueblo pueda ser oída. Sinceramente no entendemos que es lo que se pretende hacer a través de este nuevo poder, ni aun estudiando los modelos existentes, es decir los concejos comunales que se han conformado ya en Venezuela o las brigadas populares de Cuba, es aquí precisamente donde vemos la necesidad de que esta reforma, que no es tal, surga de una Asamblea Nacional Constituyente.
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