La actitud tomada por los dirigentes de Podemos frente a la reforma constitucional en Venezuela resulta interesante. Ellos se declaran socialistas pero guardan distancia con la reforma porque consideran que estas no deben ser aprobadas en bloque, es mas, consideran que los camios propuestos deben ser discutidos por una Asamblea Constituyente.
La propuesta de la Constituyente no es original, el candidato de la oposición Manuel Rosales la propuso inmediatamente después de su derrota el año pasado, pero desafortunadamente no hubo respaldo a la idea y en la depresión producida por la derrota la oposición dejó pasar el tiempo permitiendo que el presidente les ganara de velocidad otra vez y lanzara su propuesta con todos los hierros.
Hoy en El Informe, una web informativa que se estrena desde San Cristóbal editorializan sobre el cambio que presupone la reforma y el poco interés que le ha puesto la ciudadanía al cambio que se avecina, no entrando en discusión de s esi para bien o para mal, pero si podemos decir que es un cambio radical que enrumba toda la legislación hacia el socialismo.
Personalmente me niego a creer que la poca relevancia que se le ha dado al cambio constitucional se deba a que a través del financiamiento de la campaña en contra de los cambios por parte del CNE los partidos se hayan quedado tranquilos, también me niego a creer que el újnico objetivo de la reforma sea el establecer la reelección continua y que los demás cambios sean meras distracciones para lograr desviar la atención del electorado sobre el punto que garantizaría la permanencia del presidente en el poder indefinidamente
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