lunes, marzo 24, 2008

El conflicto colombo-ecuatoriano no estaba muerto, estaba de parranda.


Una historía domestica dio erigen a una popular canción hace algunos años, un hombre desapareció misteriosamente de su casa y al transcurir el tiempo le dieron por muerto, la familia decidió hacer un funeral y el día que la mujer, los hijos y los vecinos le lloraban el hombre apareció en el lugar donde lo recordaban. No estaba muerto, andaba de parranda se llamó la canción. En estos días los medios dan cuenta de que Julián Conrado, el cantor de las FARC no es el muerto que estaba al lado de Raúl Reyes y que fue llevado hasta Bogotá junto al número dos de las FARC.

En este caso la historia no es divertida como en el de la canción popular en la que no había cadáver. Aquí hay una familia que ha identificado a su muerto a través de una fotografía vista en un periódico y peor aún se trata de una familia ecuatoriana, lo que ha hecho que las relaciones entre Colombia y Ecuador, pues el presidente Correa ha dicho que si se prueba que se trata de un Ecuatoriano tomará acciones n contra del gobierno de Uribe Vélez.

Ayer el ministro de defensa de Colombia confirmó que el cadáver que originalmente se pensó que era el de Julián Corado es efectivamente el de un ciudadano ecuatoriano. Desafortunadamente a consecuencia de este error policial las relaciones colombo-ecuatorianas vuelven a enrarecerse y no sabemos si volverá a operar la solidaridad automática de Venezuela y volvamos a las tensiones de días atrás.

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