Nicaragua anunció hoy que rompe relaciones diplomáticas con Colombia constituyéndose así en el tercer país que lo hace desde el incidente en el cual dieron muerte al jefe de las Farc. No es de extrañar que los tres países que lo han hecho tienen gobiernos de izquierda y pertenecen a la orbita del proyecto bolivariano de Hugo Chávez, proyecto este que ha recibido el apoyo expreso del grupo guerrillero desde hace ya varios años. Lo mas grave del asunto es que Chávez ya había pedido quitar el remoquete de terrorista a las Farc para darle estatus de beligerancia y poder así entrar a negociar la paz con el gobierno colombiano.
Las Farc han cometido todo tipo de crímenes, asaltos, secuestros, trafico de drogas, lavado de dinero, atentados terroristas, asesinatos y podríamos seguir enumerando. El estado colombiano no está dispuesto a perdonar los crímenes de la guerrilla, entre otras cosas porque el ordenamiento legal vigente en Colombia no lo permite. Pero las circunstancias internacionales parecen favorecer el reconocimiento de las Farc por parte de los estados que han roto con Colombia, lo cual pondría las cosas en la incitada circunstancia de que esos países y alguno mas que pudiese sumarse tuviesen relacines diplomáticas con el grupo guerrillero y no con el gobierno legítimamente constituido del país donde libra si lucha, esto colocaría a las Farc en una posición semejante a la de la OLP.
No podemos olvidar que el proyecto bolivariano es un proyecto continental, lo que hace que lo que está pasando en el continente no sea un simple impase entre repúblicas bananeras después de un partido de fútbol. Nicaragua tiene un diferendo con Colombia desde hace años por las islas de San Andrés y Providencia y no es difícil que por ese lado pueda prenderse alguna escaramuza con disparos entre guardacostas y barcos de pescadores precipitando así la fase bélica de un conflicto que podría provocar solidaridades automáticas como la que se manifestó por parte de Venezuela con Ecuador. No podemos olvidar tampoco la cercanís de Cuba y la posibilidad de Estados Unidos pueda intervenir apoyando a Colombia.
Así que la situación es mucho mas grave de lo que parece. Los esfuerzos diplomáticos de la OEA deben ser tomados con toda la seriedad que ameritan, recordando siempre que la incursión de Colombia en Ecuador, desde el punto de vista estrictamente legal, es injustificable y solo tienen lógica vistos desde el angulo interno, es decir dentro de la lucha contra una organización irregular que tiene décadas azotando al país
Las Farc han cometido todo tipo de crímenes, asaltos, secuestros, trafico de drogas, lavado de dinero, atentados terroristas, asesinatos y podríamos seguir enumerando. El estado colombiano no está dispuesto a perdonar los crímenes de la guerrilla, entre otras cosas porque el ordenamiento legal vigente en Colombia no lo permite. Pero las circunstancias internacionales parecen favorecer el reconocimiento de las Farc por parte de los estados que han roto con Colombia, lo cual pondría las cosas en la incitada circunstancia de que esos países y alguno mas que pudiese sumarse tuviesen relacines diplomáticas con el grupo guerrillero y no con el gobierno legítimamente constituido del país donde libra si lucha, esto colocaría a las Farc en una posición semejante a la de la OLP.
No podemos olvidar que el proyecto bolivariano es un proyecto continental, lo que hace que lo que está pasando en el continente no sea un simple impase entre repúblicas bananeras después de un partido de fútbol. Nicaragua tiene un diferendo con Colombia desde hace años por las islas de San Andrés y Providencia y no es difícil que por ese lado pueda prenderse alguna escaramuza con disparos entre guardacostas y barcos de pescadores precipitando así la fase bélica de un conflicto que podría provocar solidaridades automáticas como la que se manifestó por parte de Venezuela con Ecuador. No podemos olvidar tampoco la cercanís de Cuba y la posibilidad de Estados Unidos pueda intervenir apoyando a Colombia.
Así que la situación es mucho mas grave de lo que parece. Los esfuerzos diplomáticos de la OEA deben ser tomados con toda la seriedad que ameritan, recordando siempre que la incursión de Colombia en Ecuador, desde el punto de vista estrictamente legal, es injustificable y solo tienen lógica vistos desde el angulo interno, es decir dentro de la lucha contra una organización irregular que tiene décadas azotando al país
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